En los últimos tiempos, las iglesias de toda España han comenzado a ofrecer hostias sagradas sin gluten, una iniciativa que busca dar respuesta a las necesidades de los fieles celíacos y con intolerancias alimentarias. Hay que recordar que hasta hace poco, muchas personas se veían obligadas a renunciar a recibir la comunión al no encontrar alternativas aptas para su dieta. Ahora, la situación está cambiando en parroquias que van desde desde Galicia hasta Andalucía.
Ha resultado definitivo que la Conferencia Episcopal Española haya respaldado la introducción de las hostias sin gluten, siempre y cuando se sigan las directrices del Vaticano, que exigen que el pan consagrado para la Eucaristía contenga al menos una mínima cantidad de trigo para mantener la validez del sacramento. De esta manera, los fabricantes han desarrollado productos con contenido de gluten inferior a 20 partes por millón, respetando tanto la salud de los celíacos como la tradición litúrgica.
La acogida por parte de los sacerdotes y comunidades ha sido muy positiva. Por ejemplo, en la parroquia de San Sebastián, en Madrid, la iniciativa ha permitido que varios niños celíacos puedan participar en sus primeras comuniones sin miedo ni restricciones. "Nuestro objetivo es que nadie se sienta excluido de la mesa del Señor por cuestiones de salud", ha explicado el padre José Luis Martínez, párroco de la iglesia, quien ha subrayado la importancia de la inclusión en la vida cristiana.
Desde asociaciones como la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) celebran este avance, aunque advierten que aún queda trabajo por hacer. En este sentido, Carmen Sánchez, portavoz de la organikzación, ha indicado que “es fundamental que las parroquias informen claramente y que se garantice la ausencia de contaminación cruzada”. Ademas, des de la FACE recomiendan la puesta en marcha de formación específica para los responsables de las iglesias en la manipulación de estos productos.
El debate no está exento de matices teológicos, de manera que el teólogo y profesor universitario Miguel Ángel García apunta que, aunque la tradición ha sido muy estricta en cuanto a la composición del pan eucarístico, la prioridad pastoral debe ser la salud y la participación plena de los fieles. "La Iglesia debe ser signo de acogida y misericordia, adaptándose a los tiempos y necesidades", ha afirmado García en este sentido.
Así las cosas, la llegada de las hostias sin gluten a las iglesias españolas supone un paso adelante hacia la inclusión en la vida religiosa, demostrando que la fe puede convivir con la innovación y la sensibilidad social.
Gracias a estos avances, cada vez más personas pueden vivir la experiencia de la comunión sin renunciar a su salud ni a sus creencias.