El Ministerio del Interior ha adjudicado el contrato para el suministro de raciones a los detenidos en centros policiales; y en el pliego se recogen importantes especificidades que harán casi posible comer a la carta en el calabozo, pero sobre todo, se exige uno destinado para celíacos, así como distintas alternativas para los detenidos de distintas creencias o religiones.
Los pliegos, que han sido publicqdos por el diario digital The Objective, excluyen los suministros a los centros de internamientos de extranjeros y centros de atención temporal de extranjeros, al tiempo que el detalle del contrato indica la necesidad de menús especiales y la posibilidad de poder elegir entre dos platos, y exige uno destinado para celíacos y varias alternativas para los detenidos de distintas creencias o religiones.
Según recoge el pliego técnico, «la composición de las raciones debe cumplir los criterios de variedad, equilibrio y suficiencia». Igualmente, en lo referido a calorías, el menú deberá contener la distribución porcentual adecuada de macronutrientes, grasas, proteínas, vitaminas y minerales.
Otra de las exigencias es que las raciones estén libres de huesos y espinas y que puedan ser consumidas únicamente con cubiertos específicos que impidan su uso como arma. Se trata de evitar las agresiones y conductas autolíticas de los detenidos.
La ración de desayuno tendrá como mínimo un brik de leche y/o batido de cacao y/o zumo de mínimo 200 mililitros, galletas y/o magdalenas, pan tostado y/o palmeras de hojaldre. «El aporte mínimo calórico deberá ser de 450 kilocalorías por ración, guardando una proporción alimenticia adecuada de proteínas, hidratos de carbono y grasas», señala.
Para la comida y la cena, las calorías establecidas son 850 y el peso mínimo de la ración será de 400 gramos. Legumbres, cereales, tubérculos o verduras, con carne de vacuno, avícola o pescado y pan de molde o tostado formarán parte de estos menús.
En esta convocatoria destaca que «se suministrarán, como mínimo, dos tipos de ración de comida/cena y otros dos específicos para los celíacos en iguales condiciones». Además, para atender el servicio en aquellos casos en que por necesidades específicas —momento de detención, peticiones fuera de horario correspondiente a menús o patologías acreditadas— no sea pertinente el consumo de una dieta normal de comida/cena se servirá una dieta denominada especial.
Además se recoge la excepcionalidad para Ceuta y Melilla, donde en sus prisiones, los productos deberán tener certificado Halal.
El complejo contrato, que consta de 60 lotes, contempla suministros muy variados de frutas, hortalizas y aves; y también incluye carnes —costilla de y paletilla de cordero, costilla de ternera y entrecot de vacuno— y pescados —lenguado, merluza, dorada, salmón o rodaballo—.
El Ente Público Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo es el responsable del aprovisionamiento de los víveres necesarios para la elaboración de los racionados. Por eso, es preciso realizar las compras de materias primas necesarias para el cumplimiento de los menús aprobados en cada uno de los Establecimientos Penitenciarios dependientes de la Secretaría Generalde Instituciones Penitenciarias.
Destaca que «en todos los Centros Penitenciarios se proporcionará a los internos una alimentación convenientemente preparada, que debe responder a las exigencias dietéticas de la población penitenciaria y a las especificidades de edad, salud, trabajo, clima, costumbres y, en la medida de lo posible, convicciones personales y religiosas».