El restaurante La Martita es un espacio verde, saludable, pero sobre todo 100 % para celíacos, que maravilla con unos platos excepcionales que hacen las delicias de los que no pueden tomas gluten en Barcelona.
Con las bases de la cocina tradicional y moderna, y aprendiendo a gestionar un negocio de estas dimensiones, Marta Alcantara, la persona que se esconde tras este restaurante que cuenta con tres años de historia, se siente muy orgullosa de la retroacción que recibe de los comensales. Antes de instalar su propio restaurante, trabajó en varios establecimientos gastronómicos y hoteles de 4 y 5 estrellas gran lujo.
Sobre la idea de abrir este nuevo espacio gastronomico para celíacos, Marta ha explicado que “lla gran necesidad de que había en Barcelona de algún sitio donde se pudiera hacer tapas con total tranquilidad para los celíacos fue el detonante que me impulsó a sacar adelante este proyecto”.
La emprededora ha explicado que "siempre había trabajado como cocinera; sin embargo, he colaborado tanto en producciones como en creaciones de la carta”, dice. Con las nociones más clásicas y tradicionales de la pastelería, esta restauradora ejecuta un excelente resultado en La Martita.
Destacan en su carta, siempre 100 % para celíacos, las croquetas de jamón ibérico y de boletus con champiñones, y los crujientes y cremosas, que son la antesala de un perfecto canelón de asado con bechamel de trufa. La guinda de la carta es una increíble hamburguesa con crispy de pollo, y para terminar, el cheesecake de pistachos o un pastel de queso y chocolate, un tiramisú, un coulant de chocolate o un pastel de zanahoria.
Todo empezó en plena pandemia cuando montó una tienda en línea de productos sin gluten, cuando no era celíaca. Sobre esa base, decidió adaptarse a los nuevos tiempos, lo que desembocó en julio de 2022 en la realidad de este restaurante.
“Nunca he sido tan feliz en un trabajo ni ha sido tan satisfactorio como aquí, no solo para ser mi propia jefa, sino porque todos los esfuerzos y sacrificios que hago, siempre tienen una recompensa”, ha contado ilusionada, tras lo que ha recordado que han sido unos años agotadores, con mucho trabajo y momentos difíciles, pero con muchos momentos inolvidables que me han permitido ser fiel a los comensales y a la idea que defiende.