El sorgo, desconocido para el gran público, se usa para elaborar productos sin gluten y también para generar forrajes que alimenten al ganado, aunque no son cualidades suficientes para entender lo que ha pasado en el último año, y es que su producción prácticamente se ha duplicado.
Se trata de un fenómeno que desconcierta a agricultores y ganaderos, e incluso a los especialistas en cereal, que lo veían residual e intentan ahora comprender por qué se ha disparado y qué se va a hacer con él.
"No he tenido en la vida sorgo en mis manos", asegura a al diario digital El Español José Roales, responsable de cereales en la organización agraria COAG. La cuestión no es baladí, ya que el año anterior se habúa despomado un 80 % su cosecha.
Se trató de una crisis que obligó a nuestro país a aumentar las importaciones para hacer la misma cantidad de pan que en cualquier otro año. Ahora, mientras trigo, cebada o avena luchan por recuperarse, se mira de reojo al sorgo.
De esta manera, se estima que en la cosecha de 2023 hubo un incremento del 101,5 % en la producción respecto a la campaña anterior, en unos niveles un 43,7 % superiores a las producciones de los últimos cinco años, tal y como recoge el Ministerio de Agricultura. Es decir, se esperan 29.500 toneladas de sorgo, que salen fundamentalmente de 7.400 hectáreas repartidas sobre todo entre Cataluña y Andalucía.
La sequía causó el año pasado pérdidas irreversibles en cinco millones de hectáreas de cereales. "Recogimos un 80 % menos de lo normal", recuerda Roales, que añade que "el campo estaba además empezando a replantearse la situación en términos climáticos, previendo que la tendencia es que haya cada vez menos lluvia".
Además, se considera sustitutivo del maíz, del que se desistió en muchas zonas de nuestro país por las reducciones en la dotación de agua. Así las cosas, el cereal para celíacos adelantó por la derecha, aunque según los exterpos no es una cosecha que se tenga en cuenta en circunstancias normales.
Uno de los secretos del éxito de este ceral es que puede alimentar al ganado, especialmente cuando no hay pastos suficientes o los piensos tradicionales disparan su precio, cosas que sucedieron conjuntamente el año pasado. "Se utiliza en dos formatos: en grano que se destina a molienda y conformación de pienso, y en modo forrajero que se destina en formato ensilado o en verde", ha explica Cristina Velasco, presidenta del Colegio de Veterinarios de Cádiz, que añadió que "no es el grano más nutritivo, pero sí es un recurso".
Desde Asaja remarcan que cuenta con un precio más ventajoso al de los piensos tradicionales, disparados a raíz de la invasión rusa de Ucrania en 2022. El conflicto redujo drásticamente los flujos de grano ucraniano, un golpe que acusó el campo español; y a comienzos de 2023, cuando casi se había cumplido el primer año de conflicto, el índice de precios de alimentos para el ganado, que engloba a piensos simples y compuestos para las diferentes especies, se había disparado ya un 20 %, según recogen las estadísticas del Ministerio de Agricultura.
Pero sobre todo, se trata de un cereal libre de gluten, rico en nutrientes y compuestos bioactivos, por lo que es "especialmente idóneo" para celíacos, resumen en COAG, donde defienden que debido al panorama actual, los mismos elementos que han propiciado el ascenso del sorgo pueden darle continuidad, y afirman que "teniendo en cuenta el cambio climático puede ser, más que una moda, una tendencia".
En este sentido, en COAG defienden que "la polarización ha llegado a los cereales", siendo Cataluña la región donde más se perderá, con unas 155.000 hectáreas afectadas. En cuanto a las tendencias de alimentación humana, afronta buenas perspectivas, ya que lo previsible es una demanda en ascenso de productos sin gluten.
Según un estudio de Grand View Research, el valor del mercado mundial de los productos sin gluten, compuesto en su mayoría por cereales de desayuno y panadería, se cifraba para 2023 en 7.000 millones de dólares, con una previsión de crecimiento de casi el 10 % anual hasta 2030.
Europa representa el segundo mercado mundial, con el 29 % del total. No se trata solo de una mayor demanda por crecimiento de la celiaquía, sino del interés por la alimentación "cada vez más saludable" que se desató con la pandemia, agrega el informe.
Además, el sorgo también tiene interés por su uso como cultivo bioenergético, existiendo variedades de sorgo que se utilizan para la fabricación de biocarburantes.