El konjac, también denominado formalmente amorphophallus konjac, es un superalimento conocido en China y Japón desde hace más de 2.000 años que reune todos los requisitos necesarios para convertirse en el sustituto ideal de la pasta, el arroz e, incluso, la harina; y al ser un producto sin gluten, es especialmente adecuado para los celíacos.

 

Con menos de nueve calorías por ración y casi sin carbohidratos o grasas, el konjac absorbe hasta 50 veces su peso en agua, incrementando la sensación de saciedad sin sumar calorías vacías.

Se trata de una planta originaria del sudeste asiático, cuyo tubérculo se utiliza para elaborar una harina rica en glucomanano, una fibra soluble altamente viscosa a partir de la cual, se producen diversos alimentos, siendo los más conocidos los fideos de konjac o "shirataki"; y su principal característica es que tiene muy pocas calorías, además de no contener gluten ni grasas, y ser bajo en carbohidratos y con una dosis perfecta de fibra.

Según ha explicado Elena Pareja, directora del área de nutrición de Metropolitan, "a diferencia de los fideos tradicionales chinos, que suelen elaborarse con harina de trigo o arroz y contienen una cantidad significativa de carbohidratos, los fideos de konjac están hechos a base de glucomanano y agua. Esta diferencia hace que el konjac tenga un aporte calórico y de carbohidratos prácticamente nulo, mientras que los fideos tradicionales son una fuente de energía rápida".

Entre los valores nutricionales de este alimento destaca que tiene un contenido calórico de entre cinco y 10 kcal por 100 gramos y prácticamente no contiene hidratos de carbono, grasas ni proteínas. Además, su principal componente es el glucomanano, una fibra dietética fermentable, y aunque no sustituye a una comida completa, puede complementar una dieta bien estructurada.

Según ha comentado Pareja, aunque de primeras nos lo pudiera parecer, "el konjac, en sí, no es un carbohidrato como tal. No obstante, su componente principal es una fibra soluble (glucomanano), que es técnicamente un polisacárido. Por tanto, se podría considerar un carbohidrato complejo. Sin embargo, debido a que esta fibra no se digiere ni se absorbe, no aporta energía como otros hidratos".

Su contenido proteico es muy bajo, casi inexistente, de manera que no se debe consumir como fuente de proteínas ni como sustituto de alimentos proteicos, y si se incluye en una comida, es importante complementarlo con otras fuentes ricas en proteínas como legumbres, tofu, pescado, huevos o carnes magras".

De esta manera, estamos ante un alimento muy bajo en calorías, casi sin carbohidratos digeribles, sin gluten y muy rico en fibra soluble, lo que le convierte en un gran aliado en dietas de control de peso o en planes de alimentación bajos en carbohidratos. Además, su alto contenido en fibra ayuda a generar saciedad, lo que puede contribuir a una menor ingesta calórica global.

Además, cuenta con más fibra por ración que la pasta integral, y por ejemplo, 100 gramos de fideos de konjac pueden contener hasta tres o cuatro gramos de fibra soluble, mientras que la misma cantidad de pasta integral suele aportar alrededor de dos o tres gramos de fibra total, que incluye tanto soluble como insoluble. Además, el tipo de fibra del konjac tiene un mayor poder gelificante y efecto saciante.

Así las cosas, con este alimento se puede controlar el apetito, porque la fibra glucomanano absorbe agua y se expande en el estómago, lo que incrementa la sensación de saciedad, regula el tránsito intestinal y ralentiza el vaciado gástrico, estabilizando los niveles de glucosa en sangre. Ademas reduce el del colesterol y ayuda a controlar el peso, porque, al ser bajo en calorías y saciante, puede resultar muy útil en dietas para perder peso o mantenerlo.

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