Artesanos MR del Río nació como empresa pionera dedicada en exclusiva a elaborar productos para celíacos, pero el origen de esta saga familiar de panaderos se remonta a 1940. Se trata de la primera empresa gallega que comenzó a elaborar únicamente alimentos sin gluten, de la mano del emprendedor Miguel Rey del Río,

 

Miguel Rey estudió Hostelería en el centro Lamas de Abade, trabajó en Andorra, la Costa Brava, Menorca o Andalucía, y durante un año se formó en la cocina de un restaurante vasco. Fue en 2006 cuando le surgió la idea de hacerse cargo de la panadería fundada en 1940 por sus abuelos, en Compostela. «Mi madre les echaba una mano a mis abuelos. Después estuvo catorce años alquilada a un familiar de mi abuela. Me dijeron que podía cogerla, que malo sería que de harina, agua y sal no saliera el pan», recuerda el emprendedor.

En la actualidad, Miguel encarna a la tercera generación de esta saga de panaderos, y aunque no sabía nada del oficio, después de que falleciera su abuelo, arrendó el local. «Vendía por el barrio y hacía algo de reparto, aunque pronto nos dimos cuenta de que no compensaba, mucho gasto y poca ganancia, y lo dejamosla primera empresa gallega que elaboraba únicamente alimentos sin gluten», relata para añdir que «Los principios fueron muy duros... al no tener experiencia llevé palos muy grandesla primera empresa gallega que elaboraba únicamente alimentos sin gluten».

Más adelante se puso a fabricar cruasanes para la marca Panrico y aparcó el pan, hasta que un día oyó una entrevista de la Asociación de Celíacos de Galicia (Acega), «cuando casi nadie sabía ni siquiera qué era un celíaco», y comenzó a investigar y a preguntar a los proveedores, y tardó dos años en dar con la fórmula para fabricar pan sin gluten.

Cuenta el diario La Voz de Galicia que no tardó mucho en surgir competencia, entre la que destacaba la de las grandes cadenas de distribución; pero este pionero logró abrirse un hueco y hoy comercializa su producción fuera de Galicia, donde vende cerca del 70 % de su producción a supermercados de la cooperativa Consum, en Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña, y otra parte a través de un distribuidor en Segovia, Huesca y Asturias.

Tiene marca propia con una espiga de maíz, que convive con la espiga barrada, el sistema europeo de licencia para productos sin gluten; y tiene que someterse a auditorías periódicas para renovar el certificado alimentario IFS, «más complicadas» que las de la panadería convencional, igual que las materias primas.

Con todo, en su obrador no hay riesgo de contaminación cruzada, puesto que solo trabaja con ingredientes sin gluten; y aunque el despacho lleva años cerrado, hay clientes que acuden a comprar a la fábrica, donde él y su equipo elaboran unas ocho mil barras al día, unas tres mil unidades de pan de pallés al mes y bollos.

Aparte del pan, que congelan recién hecho y no precisa ser horneado para su consumo, preparan una amplia gama de empanadas, bases de pizza, roscones (para esta Navidad, Consum les ha pedido 4.012), napolitanas, cruasanes, churros y un surtido de tartas y brazos.

Artesanos MR del Río debutó en el universo sin gluten apenas con las baguetes, los bollos y las magdalenas, pero hoy suma treinta referencias, «para complacer al cliente», hasta el punto de que se vanaglorian de que la calidad es la máxima de esta empresa, «la única gallega y de las pocas de España que solo fabrican productos sin gluten».

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