La Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten ha publicado un nuevo informe de precios correspondiente a 2022, en el que se estudia cuál es el coste aproximado de los alimentos precisos para una dieta sin gluten, y ha anunciado la puesta en marcha de la campaña Sin Gluten y Sin Fraudes, que ofrecerá testimonios de pacientes que hayan sufrido precios abusivos por los productos sin gluten.

 

De esta manera, la campaña Sin gluten y sin fraudes, con la que la organización está recogiendo testimonios de pacientes celíacos que hayan vivido situaciones similares para reivindicar precios más justos en los productos sin gluten, ha habilitado un formulario donde los usuarios pueden contar su experiencia.

Las personas afectadas por la enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca están obligadas a seguir un régimen estricto, totalmente exento de gluten durante toda la vida, y la ingesta de pequeñas cantidades de gluten, de una manera continuada, aunque el paciente no presente síntomas, puede causar trastornos importantes y no deseables.

En este sentido, desde la asociación se ha tenido conocimiento, gracias a sus socios, de algunos casos de precios abusivos, por ejemplo en cafeterías de hospital, donde se cobran por productos sin gluten envasados hasta 4 veces más de su precio en los supermercados.

Esta campaña viene a complementar la edición de este año del informe de la organización, de la que se deduce que el seguimiento de una dieta sin gluten conlleva un gasto adicional y extraordinario en la alimentación de las personas celíacas de 71,64 euros al mes, o lo que es lo mismo, 859,68 euros al año.

A pesar de seguir presentando una diferencia de precio considerable, por los resultados de los estudios realizados en los últimos año, se ha observado un descenso significativo en la diferencia de precios de estos productos comparados con sus homólogos con gluten, gracias a la gran demanda de los productos especiales sin gluten de los últimos años, y al hecho de que las marcas blancas los hayan incorporados en los lineales de la mayoría de los supermercados.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la gran subida de precio que han experimentado últimamente los productos con gluten ha favorecido también que la diferencia de precios sea menor.

La asociación defiende que las personas que han de soportar estos gastos extraordinarios no reciben ningún tipo de bonificación ni subvención estatal, ni de otra institución pública o privada que pudiera ayudarles a hacer frente a los gastos referidos,y sólamente algunos organismos públicos y privados conceden a sus trabajadores una pequeña ayuda económica.

En general, segú la asociación, el 80% de los productos manufacturados pueden contener gluten: embutidos, turrones, chocolates, salsas, tomates fritos, postres lácteos, condimentos, etc.; y los productos considerados como básicos en la dieta de cualquier persona, tales como pan, harina, galletas, pastas italianas, etc., tienen que ser sustituidos por productos especiales sin gluten, de venta en herbolarios, farmacias, tiendas especializadas o secciones de dietética de grandes superficies, cuyo precio es mucho más elevado que los elaborados con cereales que contienen gluten.

 

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