Hace algún tiempo, eel biotecnólogo Daniel Gómez-Bravo se propuso separar el gluten de la harina de trigo, por lo que junto a unos compañeros de estudios, comenzaron a investigar procesos, tras lo que se mudaron a Navarra movidos por las ayudas y deducciones fiscales a la I+D o el apoyo de las instituciones regionales. Hoy, este emprendedor lidera la start-up Bread Free, que es la primera empresa que elabora harina sin gluten para hacer pan, pasta y otros productos de panadería.

 

Esto ha sido posible gracias a la aplicación de un proceso biotecnológico basado en la hidrolización, que separa el gluten de la harina de trigo, y del que no puede desvelar más detalles, porque la firma ya ha solicitado la correspondiente patente para proteger su innovador trabajo.

Con este objetivo en mente, la firma fundada en diciembre de 2020 por el propio Gómez-Bravo, y por su compañero Miguel Cervera, trabaja en la futura comercialización de su producto. En sus inicios, ambos trabajaban con medios “muy domésticos” en la capital, pero pronto vieron más oportunidades para profesionalizar su actividad fuera de su región.

Por eso, cuando Bread Free recaudó el pasado mayo 30.000 euros en su primera ronda de inversión con amigos y familiares, sus responsables decidieron trasladar la sede de la empresa a Tudela, desde donde pretenden mejorar la textura de la harina, continuando con la optimización del proceso.

Según detalla Gómez-Bravo, “empezamos a buscar centros tecnológicos en toda España. De todos ellos, el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) nos dio una respuesta muy rápida, cubriendo unas necesidades a un presupuesto que nos encajaba bastante y brindándonos una atención muy especial. Además, valoramos muchísimo los acuerdos de las empresas estatales con el Gobierno de Navarra, todas las ayudas que se otorgan al crecimiento de startups, las deducciones fiscales por I+D, el apoyo de las instituciones… Son alicientes que necesitamos las pequeñas empresas y con las que no contábamos en Madrid”.

De esta manera, el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) se convirtió en la puerta de entrada para la empresa en el ecosistema emprendedor foral; y de hecho, Bread Free ya cuenta con una ayuda a la creación y consolidación de empresas convocada por el Ejecutivo foral y se encuentra instalada en el Vivero de Innovación Agroalimentario de CEIN, ubicado en la Ciudad Agroalimentaria de Tudela (CAT).

Además, fue una de las cuatro startups navarras que logró una financiación por 314.000 euros en la convocatoria Neotec 2021, unas subvenciones que ofrece el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).

Después de recabar medio millón de euros, nuestro primer paso fue constituir el equipo“, ha señalado Gómez-Bravo. En este sentido, incorporó recientemente a tres profesionales, añl tiempo que la firma invertirá entre 30.000 y 40.000 euros para equipar un laboratorio que les permita avanzar en el desarrollo de su producto en colaboración con CNTA. Además, montará una planta piloto con una inversión de 200.000, con la que llegará a producir 7.000 toneladas de harina de trigo sin gluten en 2027.

En octubre de 2021, Bread Free fue una de las tres compañías elegidas entre más de 100 candidaturas para el programa Baking the Future, organizado por la multinacional catalana Europastry. De esta forma, la startup contó con todos los recursos de la compañía, tales como asesoramiento, espacios de trabajo y acceso a los laboratorios de tecnología punta del Centro de Innovación Cereal, o diseños de planes de negocio, para desarrollar sus productos y testar su viabilidad en el mercado.

También han entablado conversaciones con Bühler, una empresa especializada en maquinaria para harineras; al tiempo que están valorando otras aplicaciones de su tecnología, que desarrollarán en el futuro.

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