Lo que comenzó siendo cocina fantasma en el barrio del Arrabal de Zaragoza en plena pandemia, hace algún gtiempo saltó a la calle y nació Bunga Burger, que comenzó a trabajar de forma física, pero no dejó de lado su carácter digital. En este tiempo que llevan en la calle han logrado fidelizar el público haciendo una importante apuesta por la clientela celíaca.
Rubén Espelta es socio y gerente de esta hamburguesería especializada en smash burger, una técnica muy de moda en el sector que consiste en disponer bolas de carne que se aplasta en la plancha caliente hasta que adquiere la tradicional forma de disco.
Ahora, en este innovador establecimiento han decidido dar un importante salto, y presentan sus nuevas hamburguesas sin gluten.
De esta manera, en Bunga Burger han adaptado todas sus propuestas a los paladares ceíiacos, sustituyendo, por ejemplo, la harina por maicena.. e incluso se han atrevido con las hamburguesas vegetarianas. Hace un mes y medio que lanzaron todos sus productos elaborados sin gluten entre sus ingredientes, y sus clientes ya las han probado.
Este paso lo han dado de la mano de la Asociación Celiaca Aragonesa (ACA), que ha realizado los necesarios controles que garantizan la no presencia de gluten en los productos de este restaurante, que ofrece hamburguesas dobles o triples en diversas variedades como la Italy, la Bunga, la baconesa, la cheesmosa, o la versión infantil.
En este sentido, Espelta ha destacado que "hemos conseguido un producto de calidad, con un buen pan de brioche".
Además, ofrecen fingers y patatas con varias salsas, y en todas ellas han invertido varias horas de decisiones, con exhaustivas selecciones de productos.
Además, se pueden adquirir para tomar en el local, para recoger en el establecimiento y llevar o pedir a domicilio.
Aquellos que se decanten por acudir al local, se encontrarán con una hamburguesería con aires de cadena o franquicia, ya que está decorada a base de grandes pantallas en las que elegir la comanda. De esta manera, el pedido pasa a cocina, donde se prepara, y después se sirve.
El nombre de esta hamburguesería del Arrabal responde a un "recuerdo de infancia", en concreto a los videojuegos de la década de los años 90.