Mónica Romero llegó al mundo de la repostería por la necesidad de su hija Susi de reducir los azúcares de su dieta. Sin embargo, ahora acaba de abrir un nuevo obrador con una misión clara: cuidar a los demás; pero no solo eso, sino que además pretende cuidar de todo el mundo, para lo que elebora muchos de sus postres y dulces sin gluten, convirtiéndolos en aptos para celíacos, pero tambien sin azúcares refinados ni lactosa.

 

Así es como nació Bensenta, que se convierte en un obrador de repostería saludable que acaba de abrir sus puertas en A Coruña.

Detrás del proyecto está Mónica Romero, que abrió este espacio con la misión de cuidar a los demás a base de elaborar postres y dulces que no llevan azúcares refinados, ni gluten, ni lactosa.

«Vengo de un mundo totalmente distinto. Yo trabajaba en banca y a los 48 años me invitaron a irme. Empecé hace años con la repostería en casa por mi hija Susi, que tiene TEA (trastorno del espectro autista), para reducirle los azúcares refinados», ha contado Mónica al diario local La Voz de Galicia.

En los últimos años de trabajo en el banco, esta emprendedora recuerda que bromeaba con la idea de dejarlo todo para hacer postres y tartas, pero después del confinamiento y unos años de reposar la idea, sus sueño se hizo realidad y llegó Bensenta, que desde un bonito local invita a la calma, con madera y una vitrina en la que se muestran algunos de los dulces que Mónica elabora cada día.

Pero además de saludable, esta emprendedora también trata de que los ingredientes de sus productos sean kilómetro cero.En este sentido ha afirmado que «se trata de una repostería sin azúcares refinados, con muy poquito azúcar. Cuando tenemos que añadirle azúcar usamos azúcar de coco y el resto endulzado con los productos que nos da nuestra huertiña de cerca, intentando que sean de kilómetro cero».

Mónica está encantada con la acogida que le han dado en el barrio, y escucha todas sus peticiones. Estos días tienen unos bizcochos hechos con boniato cultivado por Os Biosbardos Cultura de Leira, «que es un boniato para quitarse el sombrero, solo con aceite ya está buenísimo»; pero también venden magdalenas de arándanos o un bizcocho de calabacín y curri.

Además, acaba de introducir una novedad enfocada a los más jóvenes, de manera que «para abrirles un poco la curiosidad al alimento saludable creé los bocadiños, que es una especie de trufa, pero que no es trufa, hecha con dátil, fruto seco y fruta de temporada». La idea es que se lleven un bocado saludable si no tienen tiempo de comer y aguanten todo el día con energía.

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