El etiquetado de los alimentos es un tema clave a la hora de la alimentación, en especial, para las personas que tienen alguna alergia o intolerancia alimenticia como la celiaquía, ya que es una fuente de información primaria entre el consumidor y el productor. Por ello, las autoridades competentes en la materia han incrementado en los últimos tiempos las exigencias a las fábricas y marcas, ya que si un enfermo consume un producto que no tolera puede tener una reacción inmune que muchas veces conlleva un alto riesgo para él.
La información que se proporciona mediante las etiquetas de los alimentos está regulada por el R. D. 1334/1999, de 31 de julio y modificaciones posteriores, por el que se aprueba la norma general de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios.
Recientemente, en el anexo II del Reglamento 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor se recoge un listado de sustancias alérgicas que deben indicarse de forma clara en la etiqueta de cualquier producto destinado a consumo alimentario, incluso cuando exista la posibilidad de que se hayan filtrado trazas de estos.
Así pues, en este listado encontramos ingredientes como cereales que contengan gluten y productos derivados, salvo algunas excepciones como jarabes de glucosa a base de trigo, maltodextrinas, etc; crustáceos y productos a base de crustáceos; huevos y productos a base de huevo; pescado y productos a base de pescado, exceptuando algunas gelatinas; cacahuetes y productos a base de cacahuetes; soja y productos a base de soja salvo ciertos derivados; leche y sus derivados, incluida la lactosa, excepto el lactosuero utilizado para hacer bebidas alcohólicas y el lactitol; frutos de cáscara: almendras, avellanas, nueces, anacardos, pacanas, castañas de Pavá, pistachos, macadamias y productos derivados, salvo los frutos de cáscara utilizados para hacer bebidas alcohólicas.
Además de la normativa, los órganos competentes en materia de salud, tanto a nivel nacional como autonómico realizan pruebas y testeos en productos que pueden contener alérgenos y vigilan que se cumpla la normativa europea.