El denominado popularmente como arroz salvaje es la semilla de una especie de hierba de pantano que marca tendencias en la cocina por sus especiales características, tales como un delicado sabor a nuez, que le hacen ideal para incluirlo en ensaladas o en los cada vez más populares «buddha bowls», esos platos repletos de verdura fresca que son tendencia en nuestro país.

 

Sus granos son negros y más largos y estrechos que los granos de arroz de grano largo, y hay cuatro tipos: aquatica, palustris, texana y latifolia, que provienen de América del Norte y Asia.

Se trata de un  cereal poco común que botánicamente es la semilla de una especie de hierba de pantano, una gramínia acuática, pero la forma cilíndrica, larga y estrecha de sus granos le hace parecer a un arroz pigmentado.

Presenta una textura ligeramente gomosa y está libre de gluten, por lo que es apta para celíacos y un gran añadido a cualquier dieta saludable. Quizás su única desventaja sea que resulta algo más caro que el arroz cultivado, ya que la mayoría del arroz salvaje que se puede encontrar en las tiendas de alimentación procede de Minnesota y California (EEUU).

También llamado arroz de Canadá o avena acuática, tradicionalmente se cultivaba en lugares aislados de lagos y ríos; y muestra un color marrón oscuro, tirando a verde, debido a que conserva su cáscara.

Los expertos que destacan su sabor parecido al de la nuez, y al tiempo que explican que está libre de gluten, apuntan que es una fuente de energía excelente con un alto contenido protéico y en fibra.

Su cocción es más lenta que la del arroz blanco al arbsorber el agua más lentamente, por lo que es perfecto para integrar en los «buddha bowls», repletos de verdura fresca.

Solía ser un alimento básico para los nativos americanos  que se empezó a cosechar a mano, y una leyenda dice que los indios americanos observaban a los patos comer grandes cantidades de esta planta en los estanques, tras lo que iniciaron su recolección, motivo por el que varias culturas nativas lo consideran un componente sagrado.

Para cocinarlo hay que hacerlo en abundante agua, como si se estuviera elaborando una pasta y descartar el exceso de agua una vez que se haya alcanzado la textura deseada; de forma que cuando los granos comienzan a abrirse, su textura empieza a ser masticable; y cuanto más tiempo se deje cocinando, más blando quedará.

Es habitual mezclarlo con otras preparaciones de arroz blanco o integral, siempre que esté previamente cocinado, ya que como hemos comentado tarda más en cocer. Las verduras tales como apio, cebolla, zanahoria o pimientos verdes son compañeras perfectas para este ingrediente, que combina muy bien con la salsa de soja, que además incrementa y potencia su sabor.

Nutricionalmente es un arroz libre de gluten, vegano, y rico en fibra y proteínas que es considerado además antioxidante y reductor de lípidos, ayudando también a reducir el colesterol y siendo beneficioso para la digestión, ayudando a reducir las enfermedades del corazón.

Por último, da más vistosidad a los preparados, dado que los granos se rizan y abren durante el cocinado, haciendo que este arroz se este imponiendo en las cocinas por sus muchas ventajas de sabor, textura y nutrientes.

Productos