Una joven pediatra del Hospital Universitario Central de Asturias, ha presentado una tesis doctoral que bajo el título “Estudio de la adherencia a la dieta sin gluten en pacientes celiacos”, tiene como objetivo analizar la adherencia a la dieta sin gluten de los niños celíacos y evaluar los factores que pudieran influir en la misma.

 

María Fernández Miaja, pediatra del Hospital Universitario Central de Asturias, presentó hace unos meses su tesis doctoral “Estudio de la adherencia a la dieta sin gluten en pacientes celiacos”, con el objetivo de analizar la adherencia a la dieta sin gluten de los niños celiacos y evaluar los factores que pudieran influir en la misma.

La doctora contó con 80 pacientes en un estudio observacional descriptivo en el que su equipo realizó una determinación de péptidos inmunogénicos del gluten (GIP) en heces junto con el cuestionario Celiac Dietary Adherence Test, que sirvió para comprobar que la adherencia a la dieta sin gluten de los participantes, fue bastante buena, hasta el punto de que "un 92,5 % de los pacientes resultaron adherentes mediante GIP y un 86,3 % mediante el test dietético”, según ha afirmado la autora de la tesis.

Cuenta el diario La Nueva España que además de comprobar la adherencia, la tesis indagó en otros factores relacionados con la dieta sin gluten, observando que "para el 21,1 % de los padres de los pacientes que participaron en el estudio, la dieta sin gluten resulta complicada, al igual que para el 25,7% de los niños”, según ha explicado Fernández Miaja, que además afirma que "para el 71,4 % de los padres y para el 11,8 % de los niños es complicada por razones económicas", para concluir que otras razones que influyen en la calificación de la dieta sin gluten como complicada, son “que no les gustan los alimentos sin gluten, que quieren alimentos prohibidos y hasta en un 23,5% de los casos los niños apuntan que no saben lo que pueden comer”.

La tesis ofrece además otros resultados, como el que indcia que “el 80 % de los padres indican que las fiestas de cumpleaños son el principal lugar de incumplimiento de la dieta. Los niños también lo señalan así en un 75 % de los casos. Otros lugares de difícil cumplimiento, pero en menor medida, son el colegio, la casa de los abuelos y las casas de familiares”.

Por otra parte, la doctora Marta Suárez González, también del servicio de Pediatría, presentó también hace unos meses su tesis doctoral “Influencia de la educación nutricional en la enfermedad celiaca del niño: impacto del papel del dietista-nutricionista”, cuyo objetivo fue analizar el efecto de una educación dietético-nutricional establecida por una dietista-nutricionista en los niños celíacos, sobre sus hábitos alimentarios y calidad nutricional de su dieta, así como sobre su estado nutricional.

Según la experta, en esta tesis comprobamos que “hay un consumo excesivo de ultraprocesados. Estos productos están proporcionando el 46 % de la energía total consumida en los niños celíacos, y eso es una barbaridad”. También observaron un consumo abusivo de carnes procesadas, "llegando incluso a merendar únicamente fiambre o embutido, rechazando el pan sin gluten, y eso hay que cambiarlo”.

Los dietistas-nutricionistas son profesionales sanitarios regulados según la Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, que sin embargo no están dentro del sistema público de salud en España y “somos fundamentales para realizar una adecuada atención nutricional a la población, algo que debería ser un derecho”, afirma la doctora Suárez, que ha añadido que "si no actuamos, la tasa de obesidad infantil seguirá en aumento y terminará siendo adultos con obesidad decoration".

Los datos que ha obtenido la doctora Suárez con su tesis calificada “cum laude”, son extrapolables a la población infantil que no tiene enfermedad celíaca, "lo que nos lleva a pensar que hay que cambiar esto cuanto antes”, afirma. Tras la intervención nutricional con educación en alimentación saludable, que realizó la doctora Suárez con los pequeños, “se consiguió que los niños celiacos optimizaran sus hábitos alimentarios aumentando el consumo de alimentos de origen vegetal, en el que se incluyen frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales sin gluten integrales y tubérculos y que prácticamente eliminaran los ultraprocesados de su dieta”.

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