La Comunidad de Madrid ha confirmado que por ahora no habrá ayudas para los enfermos celíacos, un colectivo que supone el 1,3 % de la población de la región, ya que afecta a uno de cada 79 madrileños, quienes gastan unos 1.500 euros más en productos alimenticios al año que un ciudadano medio. La Asociación de Celíacos de Madrid (ACM) ha ofrecido estos datos durante una rueda de prensa convocada con motivo del Día Nacional del Celíaco, en la que han participado la directora de la asociación, Manuela Márquez, y su presidenta, Carmen Semprún, así como la directora general de Atención al Paciente de la Comunidad, Elena Juárez Peláez, y el defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda. La directora de la ACM ha afirmado que los celíacos de la Comunidad de Madrid "se sienten discriminados, a nivel económico, respecto a los ciudadanos que viven en Navarra y Castilla la Mancha, o en otros países europeos, que sí cuentan con ayudas económicas, para la compra de productos sin gluten por parte de la Administración".
Márquez ha incidido en que el Ejecutivo regional "no ha cumplido el compromiso adquirido en el 2007 de realizar un estudio sobre la enfermedad celíaca, de cuyas conclusiones se derivarían las ayudas económicas a las familias afectadas con menores rentas", y ha considerado "intolerable que un mandato de la Asamblea de Madrid no haya sido puesto en marcha tres años más tarde".
Ha recordado que una dieta sin gluten conlleva un gasto adicional en la alimentación de 122,80 euros al mes, lo que supone más de 1.473 euros al año, ya que por ejemplo una barra de pan especial cuesta 5 euros, un kilo de pasta sin gluten puede llegar a los 20,90 y el de harina sin gluten a los 9,60. "Ser celíaco es un lujo muy caro, y la Comunidad de Madrid no hace nada para paliar el problema económico que crea a los celíacos esta enfermedad", ha subrayado Márquez. La directora general de Atención al Paciente de la Comunidad de Madrid, Elena Juárez, ha respondido que, a pesar de este gasto extraordinario, "no habrá ayudas económicas para los enfermos celíacos".
Por otra parte, la ACM ha subrayado que el absentismo escolar y laboral que se deriva de la enfermedad incapacitan al enfermo celíaco para el desarrollo de una vida normalizada y los pacientes celíacos sin diagnosticar suponen un alto coste sanitario, ya que durante una media de doce años acuden reiteradamente a médicos de distintas especialidades sin ser correctamente diagnosticados.