comidadomicilioDiseñar, comprar y cocinar un menú variado y equilibrado para todos los días de la semana no es tarea fácil, y menos cuando el cocinero es una persona mayor que vive en un pueblo, muchas veces sola y con escasos recursos económicos. Facilitar la permanencia de los ancianos de la provincia de Valladolid en su medio habitual, garantizando su autonomía personal y previniendo su dependencia, es el objetivo del servicio de reparto de comida a domicilio que la Diputación puso en marcha hace año y medio de forma experimental en la comarca de Tordesillas. El éxito de la propuesta pionera ha hecho que la institución se comprometa a ampliar el servicio de forma paulatina al resto de las comarcas hasta completar el mapa provincial a finales del 2011, con la novedad de que entre los menús que se preparen habrá una serie de ellos diseñados específicamente para enfermos celíacos. En la actualidad, medio centenar de mayores de los 35 municipios que supervisa el Centro de Acción Social (Ceas) de Tordesillas reciben en sus hogares comida preparada para los siete días de la semana, aunque desde enero el servicio puede empezar a demandarse también desde los pueblos de influencia de los Ceas de Nava del Rey y Medina del Campo y, a partir de este mes de abril, entrará en funcionamiento en las comarcas de Íscar y Serrada.

Los beneficiarios del programa son fundamentalmente personas mayores de 65 años, aunque también hay ejemplos de cuidadores de personas dependientes y de vecinos menores de esa edad pero con dificultades en su autonomía personal, que reciben los menús en sus viviendas los lunes, miércoles y viernes, aunque sean festivos. En cada una de las entregas obtienen comida y cena para dos días, salvo en la de los viernes, que es para tres.

El programa está subvencionado tanto por la Diputación como por la Junta de Castilla y León, por lo que el coste medio para cada usuario es de 1,2 euros diarios (menos de 40 al mes), en función de la renta media disponible, de cada situación y de si en una misma familia hay varios beneficiarios, en cuyo caso el precio se reduce.

La empresa encargada de la distribución de alimentos -el servicio ha sido adjudicado a Domicilia Grupo Norte, que subroga parte del mismo a la empresa Lince- se asesora por un grupo de nutricionistas que elabora semanalmente los menús con dietas sanas, equilibradas y variadas, adaptadas a la edad y a las características de los usuarios, por lo que se confeccionan platos específicos para diabéticos y celiacos.

Tanto la comida como la cena incluyen un primer y segundo plato, pan y postre, aunque no la bebida, y los beneficiarios del servicio pueden elegir tres opciones: en la primera reciben una comida y una cena; en la segunda, una comida y una cena elaborada exclusivamente con productos lácteos, y en la tercera, destinada sobre todo a familias con pacientes en algún servicio de estancia diurna, sólo se sirve una comida al día.
 
El menú se elabora de forma tradicional en la cocina central que la empresa posee en la capital, posteriormente se enfría mediante un proceso de abatimiento e, inmediatamente, se envasa en recipientes isotérmicos para su refrigeración. La comida es transportada en camiones frigoríficos hasta los domicilios de los usuarios, a los que se les entrega en barquetas individuales termoselladas y diferenciadas por colores.
 
El consumidor sólo precisa de un frigorífico y de un microondas, ya que el llamado 'catering en frío' mejora tanto el gusto de los alimentos (se reduce el tiempo en el que se mantienen calientes) como su seguridad microbiológica y sus condiciones organolépticas. El reparto de comida a domicilio se enmarca dentro del Servicio de Ayuda a Domicilio, cuyo presupuesto se ha incrementado este año un 17% (hasta alcanzar los 3,5 millones de euros), desde el que se gestionan programas como Provincia Abierta, Teleasistencia, Apoyo a Familias, Prevención de Drogas e Igualdad de Oportunidades, entre otros.

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