Katz es un pequeño restaurante madrileño que se ha convertido en referencia a la hora de descubrir y probar las carnes ahumadas al estilo judío, que ha hecho una apuesta por los celíacos, al establecer en la misma calle dos obradores de panadería, uno de ellos destinado especialmente a hornear pan sin gluten. 

David Bibi Katz, el emprendedor que ideó este restaurante, es un ex-piloto de la Fuerza Aérea Israelí, que también fue un alto directivo en la empresa privada, un buen gestor y, en lo que atañe a los amantes de la cocina, un gran experto en ahumar carnes, además de un panadero autodidacta que ha logrado abrir en poco tiempo dos obradores con tienda, en la misma calle pero separados, y uno de ellos dedicado a elaborar pan sin gluten.

Katz suena a los cinéfilos por esa escena de la película Cuando Harry conoció a Sally en la que intervienen Meg Ryan y Billy Crystal, en un entonces centenario local de Nueva York llamado Katz's Delicatessen, ante un bocadillo de pastrami, en al que el pobre Harry casi se atraganta ante el orgasmo fingido más famoso del cine.

Pues bien, la realidad es que no existe relación entre ambos locales, pero la familia, aunque lejana, sí es la misma.

Así las cosas, esta taberna ubicada cerca de la madrileña Plaza de España, lleva la rúbrica del chef español con más estrellas Michelin y es un homenaje a la cocina que David aprendió en casa, tras lo que abrió su pequeño restaurante, que no se puede decir que sea estrictamente de cocina judía.

Y lo hizo durante la pandemia, con el reto de servir un buen pastrami, es decir, carne de vacuno curada en salmuera, especiada y ahumada durante horas, en Madrid. Desde entonces se ha convertido en un adalid de las carnes ahumadas en la capital.

De esta manera, en este restaurante se pueden probar su tabla de degustación (13,5 euros) –pollo, ternera, bacon ahumado y queso viejo–; antes de lanzarse al más que generoso sándwich de pastrami en pan de cristal (21,8; medio 13,8) –de pollo o ternera–; aunque también conviene probar los entrantes.