Para los aragoneses, las "frutas de aragón" constituyen el típico dulce sin gluten que les llevará a la Navidad y a las cenas familiares, pero en realidad se trata de un dulce que no deja indiferente a nadie, es decir, o se ama o se deja en el armario hasta que vienen visitas a casa... y ahora que se celebran las Fiestas del Pilar en Zaragoza, es momento para reividicarlo.
Aragón es una comunidad con un sector frutícola muy extendido, y más en concreto, en la comarca de Calatayud hay mucha fruta y es ahí donde empezón su andadura el dulce tícipo más popular de la región.
Esta comarca ya era famosa por la calidad de su fruta y su método de cocción de la fruta fresca en jarabe para conservarla desde la época romana, hasta el punto de que en el libro “Voyage en Espagne, 1603-1607” de Bartolomé Joly se explica que en Calatayud era tradicional obsequiar a los visitantes con frutas confitadas en azúcar.
A esto hay que sumar que Europa probó por primera vez el chocolate en 1534, de la mano de los monjes que habitaban el Monasterio de Piedra. Y es que ell monje del Císter Fray Jerónimo Aguilar, acompañó a Hernán Cortés en su viaje a México, y envió el primer cacao a España al abad de este monasterio, Don Antonio de Álvaro.
Y fue en el Monasterio de Piedra donde a alguien de la zona se le ocurrió la idea de juntar los dos elementos, es decir, bañar las frutas en chocolate dando lugar a estos famosos dulces. El caso es que 500 años después estos dulces continúan ahí, y de hecho, la empresa Chocoter se dedica a bañar frutas en chocolate desde los años 50, cuando el abuelo de José Caro comenzó a desarrollar este producto, por lo que ya forma parte de la tercera generación, que ha seguido la tradición familiar.
En la actualidad, el consumidor de las Frutas de Aragón es muy variado. Al comercializarse en diferentes formatos, sirve tanto para regalar como para alguien que quiera darse un capricho. En este sentido, José Caro explica que hay venta del producto a granel, es decir “a peso”, un formato que tiene mucha importancia y que lo compra la gente de las cercanías o las que lo conocen.
Sin embargo, si se quiere hacer un detalle están las típicas cestas de madera con estos dulces, que se consumen todo el año, pero sobre todo, en Navidad, porque con el calor, el chocolate se derrite.
Pero no solo en esa región. José Caro asegura que hay muchos clientes por toda España y explica que “hay distribuidores que, ya sea por tradición, temperatura o volumen de venta, solamente adquieren nuestro productos en la Campaña de Navidad”.
No obstante, desde Chocoter siempre insisten en que no es un producto de Navidad, si no que tienen clientes de Navidad y como consecuencia, “nuestra producción y nuestro trabajo se multiplica en esa época”.
Según Caro, las Frutas de Aragón levantan pasiones porque es un dulce “diferente”, ya que no hay que olvidar que es fruta (un dulce sano) con chocolate negro “sin sucedáneos”. En este contexto, destaca que al ser sus ingredientes naturales, no contiene gluten, por lo que es un dulce perfectamente apto para celíacos, algo que sin duda aumenta su demanda entre este colectivo.
Además, en Chocoter se corta a mano, por lo que cada pieza es diferente, y también se envuelven a mano, por lo que según Caro, “todo esto da esa sensación que tanto gusta de artesanal”.
Pero no solo es un proceso manual, ya que en Chocater hay detrás de estos dulces una tecnología, un control de calidad, supervisión de las compras y del servicio post-venta.