El término membrillo deriva de una acepción griega que significa manzana de miel, y que constituye un alimento utilizado por helenos y romanos que lo usaban habitualmente en la cocina, pero también en algunas ceremonias religiosas, ya que lo consideraban símbolo del amor y la fecundidad.
La temporada del membrillo va desde finales de septiembre hasta febrero, y en su favor tienen que son fáciles de conservar, ya que consighuen mantener sus propiedades intactas durante meses.
De esta manera, nos encontramos ante una de las frutas más características de la temporada invernal, perteneciente a la familia de las rosaceae y poseedora de numerosas propiedades beneficiosas.
El membrillo es conocido por tener un efecto astringente gracias a su alto contenido en taninos, es decir, es rico en fibra (pectina y mucílagos) y taninos, sustancias que le confieren una propiedad astringente, que suaviza la digestión y previene los trastornos gastrointestinales.
Entre sus componentes, el membrillo destaca por ser rico en pectinas, una sustancia que ayuda a las personas que tienen niveles elevados de colesterol en sangre a disminuirlos. Además, tiene un alto contenido en potasio, mnientras es muy bajo en sodio, lo que significa que ayuda a las personas a eliminar los líquidos, y sobretodo es útil para aquellas que tienden a retenerlos.
Por otra parte, esta fruta contribuye al buen funcionamiento de los músculos y el sistema nervioso, además de ayudar a evitar calambres y contribuir a regular la hipertensión arterial.
Su bajo contenido en azúcares hace que sea una fruta que se pueda incorporar en dietas de bajo contenido calórico, pero es que además también contiene provitamina A, que ayuda a fortalecer la piel, el cabello y las mucosas.
Además, el calcio que contiene es fundamental para mantener sanos nuestros huesos y dientes.; mientras que el magnesio nos ayuda a cuidar el funcionamiento de los intestinos; y su alto contenido en fibra ayuda a mejorar el tránsito intestinal y aumenta la sensación de saciedad.
El membrillo también es conocido por tener ácido málico que ayuda a eliminar el ácido úrico, ayudando además con los problemas respiratorios, ya que sus semillas contienen mucílago que actúan como expectorante calmando posibles inflamaciones bronquiales y aliviando la tos seca.
Así las cosas, el membrillo, además de ser una buena fuente de minerales y fibra, se convierte en el ingrediente ideal para los celíacos a la hora de elaborar dulces navideños, ya que se puede adquirir tanto en forma de bloque, taco o cuña, como en comodas lonchas, e incluso en una versión para untar.
Ideal para maridar con todo tipo de quesos, como picoteo, en desayunos o como ingrediente en recetas dulces y saladas, el membrillo se convierte en la opción perfecta para disfrutar de la buena cocina sin gluten durante estas fiestas navideñas.