Los primeros seis meses de un bebé pasan rápido, por lo quse hace necesario tomar decisiones sobre cuáles son los primeros alimentos a introducir en la dieta. Entre ellos, los cereales ocupan los primeros puestos de la lista; y en ocasiones, lo suyo es optar por los cereales sin gluten, con el objetivo de evitar posibles problemas.

 

El gluten es una proteína compleja que puede resultar difícil de digerir en algunos casos y está vinculada a alergias alimentarias, pero sobre todo a la celiaquía. Debido a estas razones, hace tiempo se pensaba que los cereales sin gluten debían ser los primeros en introducirse en la alimentación complementaria, mientras que aquellos con gluten se dejarían para después del primer año.

Sin embargo, en la actualidad, esta perspectiva alimentaria ha cambiado, debido a que las investigaciones en el campo de la inmunología y las alergias han modificado la perspectiva sobre la introducción de cereales.

Así las cosas, según el doctor Anthony Porto de la Academia Americana de Pediatría, se recomienda incorporar cualquier cereal, alergénico o no, a partir de los 6 meses; y en la actualidad, suele aconsejarse la introducción temprana de alimentos alérgenos, como el trigo, ya que puede contribuir a prevenir alergias; y postergar su consumo, podría aumentar el riesgo de alergias durante la infancia.

No obstante, si a los 6 meses decides, junto con tu pediatra, comenzar con cereales sin gluten en la dieta del bebé, también es válido introducir aquellos que contienen gluten poco después.

Para introducirl el gluten, se debe seguir el mismo procedimiento que con cualquier otro alimento sólido complementario, de manera que, según un consenso actualizado de la Sociedad Latinoamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, la manera más segura es introducir un alimento nuevo cada día, sin retrasar la introducción de esta comida más allá de tres días. En otras palabras, no se debe alimentar al bebé con el mismo alimento durante más de ese lapso de tiempo.

Esta publicación destaca que las reacciones adversas a alguna sustancia alimenticia pueden ser instantáneas o aparecer después de horas, días o incluso de forma tardía, por lo que recomienda la ingesta de un alimento nuevo por día.

De esta manera, los cereales con gluten o sin gluten son igualmente bienvenidos en la dieta del bebé. El cereal sin gluten para el bebé se puede ofrecer entero y cocido de forma casera o en forma de papillas comerciales, sin azúcares añadidos; y si se ha optado por la alimentación complementaria, siempre se puedes preparar arroz, mijo o quinoa entera cocida, sin licuar ni triturar previamente.

En el caso de la alimentación tradicional, se pueden elaborar papillas fluidas con leche materna o fórmula y administrarlas en el biberón, en especial si hay reflujo o problemas para tragar; y si se prefiere, estas se pueden hacer más espesas y darlas con una cuchara.

Para aprovechar al máximo los nutrientes de los cereales sin gluten para el bebé, también se puede optar por las variedades integrales; aunque el tiempo de cocción pueda ser un poco mayor, ya que se estará proporcionando al bebé más calcio, zinc, hierro y fibra a su alimentación.

Al principio se pueden ofrecer de 2 a 3 cucharaditas de papilla para que las pruebe; y después de unos días, se puede aumentar la cantidad a 4 o 5 cucharaditas, ajustándose a la capacidad gástrica del bebé, que puede variar entre uno u otro. En este contexto resulta crucial tener en cuenta que los cereales son la principal fuente de carbohidratos.

Además, se debe evitar la sobrealimentación con cereales, ya que estos alimentos pueden contribuir a un exceso de calorías en la nueva dieta del bebé. En este contexto, la licenciada Rachael Zimlich ha explicado que los bebés que reciben cereales con leche en la alimentación complementaria de manera regular tienen un mayor riesgo de obesidad.

Por contra, otros investigadores sugieren que la práctica diaria de alimentar con cereales durante el primer año de vida podría asociarse con un posible sobrepeso a partir de los 5 años, por lo que recomiendan alternar con otros alimentos de manera progresiva, como frutas y verduras, para diversificar y equilibrar mejor la nueva dieta del bebé.

Los expertos destacan que los principales alimentos a incorprar a la dieta del bebé son:

  • Arroz

Es el cereal que tiene más almidón y una alta digestibilidad. Aporta mucha energía, vitaminas y minerales. Se puede utilizar entero, en copos, harinas o sémolas.

  • Maíz

Además de los carbohidratos, el maíz también aporta betacarotenos provitamina A que funcionan como antioxidantes, zinc, magnesio, potasio, fósforo y fibra para ayudar a prevenir el estreñimiento. Se encuentra en forma de sémola y harina.

  • Quinoa

La Pontificia Universidad Católica de Chile destaca la quinoa como un pseudo cereal por su valor de carbohidratos y fibra. También tiene proteínas con aminoácidos esenciales, grasa, omega-3, hierro, fósforo, manganeso, zinc y vitaminas del complejo B.

  • Mijo

Tiene un sabor neutro que lo hace bien aceptado por los niños. Al igual que otros cereales, es rico en fibra, carbohidratos, minerales como zinc, fósforo, hierro y magnesio. También aporta vitaminas del complejo B.

  • Avena

Se trata de un cereal que no contiene gluten, pero tiene una proteína conocida como avenina, que reacciona en los pacientes celíacos de manera similar al gluten, aunque con menor toxicidad. Este cereal es conocido por ser buena fuente de carbohidratos tipo fibra soluble, proteínas, vitaminas del complejo B y los minerales: zinc, calcio y fósforo.

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