En la comarca alicantina de la Vega Baja abunda la tradición de las tapas y los guisados típicos de las abuelas, pero también es un lugar rico en recetas reposteras y hojaldres salados. Ahora, los celíacos de esta zona han decidido redoblar sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los alimentos en la hostelería de la zona.
Entre las dificultades a las que se enfrentan los celíacos destaca la que surge a la hora de comer fuera de casa, dado que no todos los establecimientos tienen opciones sin gluten o son minuciosos con las medidas sanitarias que aseguren una comida 100 % sin gluten al consumidor. Por ello, desde la Asociación de Celíacos de la Comunidad Valenciana (Acecova) están dedicando esfuerzos a estudiar los locales de hostelería de la Comunidad, con el objetivo de garantizar al comensal una experiencia segura.
Desde la delegación de la Vega Baja de Acecova, trabajan desde hace tiempo para sumar establecimientos a su programa de hostelería segura, motivo por el que Jesús Salinas, presidente del colectivo, ha afirmado que «nuestro objetivo es hacer la vida más fácil a los enfermos».
Salinas cuenta al diario La Verdad que cuando empezaron sólo había un restaurante en la comarca que ofreciera opciones sin gluten fiables; pero a día de hoy, el programa ya cuenta con casi treinta establecimientos repartidos entre Almoradí, Callosa de Segura, Orihuela y Torrevieja.
Para recibir la certificación de la asociación se han de pasar varias revisiones de nutricionistas y otros profesionales. Entre las condiciones que han de tener en cuenta para dar el visto bueno están una excelente limpieza del material y de la zona de trabajo, el orden de los productos y la diferenciación de utensilios como freidoras o tostadoras. Todo ello, con el fin de evitar tanto el contacto directo con los alimentos y el cruzado.
Salinas ha recalcado la importancia de ofrecer oportunidades a las personas celíacas para facilitar su día a día. En este sentido, ha dicho que «queda mucho por hacer. Cuando hablamos de accesibilidad, a menudo nos olvidamos de la comida y de las personas con dificultades», para añadir que «queremos derribar barreras y ser como uno más».
Por su parte, Mónica Pérez, afectada por celiaquía que reside en la comarca, ha explicado que «hay que tener en cuenta que la dieta que nosotros seguimos no es por gusto, sino por prescripción médica, y no recibimos ningún tipo de ayuda para la compra». Pérez lleva desde los tres años sufriendo esta enfermedad, que según explica heredó de su madre: «me habría gustado probar a qué sabe el pan recién hecho o las tortitas saladas, pero nunca he tenido la oportunidad de hacerlo».
También Raquel Bernabé es una de esas personas que saben de primera mano de qué trata la enfermedad celíaca, ya que tanto ella como sus hijos y sus padres la padecen. Tras una larga experiencia como divulgadora y formadora sobre el tema, decidió crear la primera escuela on-line de comida sin gluten en España: El Taller Sin Gluten.
En este periplo se hizo consciente de las carencias a las que se enfrentan cuando salen a comer fuera y decidió abrir su propio negocio: Coffee and Toffee, que ubicado en el corazón de Torrevieja, se ha convertido en un lugar de referencia para los celíacos, ya que es el único obrador y cafetería 100 % sin gluten en la Vega Baja. En este local elaboran un sinfín de productos dulces, desde los más demandados, como donuts o rollos de canela, hasta postres típicos de la comarca, como milhojas de merengue y tarta de San Marcos; y también cuentan con opciones saladas, como agujas de atún, empanadillas y pasteles de carne murcianos.