En general, aquellos que siguen una dieta sin gluten pueden tomar un sorbo de vino sin problemas, ya que a diferencia del licor, el vino se fermenta, no se destila, por lo que no se filtran los granos de gluten. De esta manera, la gran mayoría de estos caldos están hechos a partir de uvas fermentadas, no de granos de trigo, centeno o cebada, por lo que de forma nartural no contienen gluten.

Sin embargo, aunque la gran mayoría de los vinos que se comercializan están de forma libres de gluten, eso no significa que todas las botellas sean seguras, ya que siempre es posible experimentar una reacción al alcohol destilado relacionada con el gluten, aunque técnicamente no haya gluten en el producto final. Esto se debe a los ingredientes agregados.

El portal de vida sana Life Style ha analizado los diferentes tipos y si tienen luz verde para su consumo por parte de los celíacos. En este sentido, afirman que el vino tinto se elabora con uvas fermentadas, que de manera natural no contienen gluten. Sin embargo, después de la fermentación, el vino tinto se somete a un proceso llamado clarificación, que se utiliza para clarificar el alcohol, un proceso durante el que se pueden agregar ingredientes al producto final, algunos de los cuales pueden contener gluten.

Aunque esto puede ser potencialmente inseguro para las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, los investigadores de un estudio de 2011 en el Journal of Agricultural and Food Chemistry encontraron muy poco contenido de gluten en el producto final, de forma que después del proceso de clarificación, el contenido de gluten en el vino  se sitúa por debajo de las 20 partes por millón, la cantidad máxima de gluten que la FDA permite que un producto siga etiquetado como libre de gluten.

Por lo tanto, siemprer será oportuno verificar la etiqueta de ingredientes, ya que se pueden añadir ingredientes con gluten después de que el vino termine de fermentar. Las recetas varían de una empresa a otra, por lo que es mejor ir a lo seguro y consultar siempre la lista de ingredientes o buscar una etiqueta sin gluten en la botella.

Al igual que el tinto, el vino blanco no suele contener gluten, ya que está elaborado a partir de uvas sin gluten de forma natural, aunque también puede someterse a un proceso de clarificación antes de que el producto final sea embotellado y vendido. Sin embargo, incluso después de completar este procedimiento, generalmente puedes comprar una botella de blanco con total confianza.

En algunos casos, el blanco puede almacenarse en barriles sellados con pasta de trigo, lo que ha generado preocupaciones en el pasado, pero afortunadamente, el contenido de trigo en estos barriles probablemente no contiene suficiente gluten para causar una reacción. Por eso es conveniente revisar los ingredientes añadidos en el vino blanco que se compre, y buscar una etiqueta sin gluten en la botella si se quiere estar aún más seguro de que no hay gluten al acecho.

Al igual que el blanco y tinto, el vino rosado se elabora con uvas fermentadas, generalmente libres de gluten y granos, sSin embargo, las botellas de rosado con sabor especial pueden contener malta, un tipo de grano que contiene gluten. Desafortunadamente, la mayoría de las botellas de vino no se venden con una lista de ingredientes en la etiqueta, por lo que lo más seguro es buscar una etiqueta sin gluten en la botella. Estas botellas cumplirán con las regulaciones, lo que garantiza que sean seguras para beber.

A pesar de su carbonatación, el champán y el vino espumoso no son muy diferentes del vino estándar, y como todos los tipos, el espumoso se elabora fermentando uvas; sin embargo, el alcohol se embotella especialmente para atrapar el gas de dióxido de carbono en la botella, que es la forma en que el vino obtiene su carbonatación. Como no se agregan ingredientes con gluten en el proceso de elaboración del champán, la bebida generalmente es segura para beber por parte de los celíacos, pero una vez más, es mejor buscar una etiqueta sin gluten, ya que algunos espumosos especiales pueden haber añadido ingredientes con gluten.