La inflación de los últimos meses ha provocado que el precio de la cesta de la compra se haya disparado, y esto lo notan sobre todo las familias que tienen algún miembro celíaco, ya que los productos sin gluten tienen un sobrecoste importante. Por este motivo, Amor Fernández, presidenta de la Asociación de Celiacos de Granada (Acegra) y también presidenta de la Federación Andaluza de Asociaciones de Celiacos, ha explicado que “los celíacos necesitamos adquirir nuestros productos específicos a un precio razonable”.

 

Según la responsable de esta organización, el pan que no lleva gluten cuesta casi tres euros, las galletas sin gluten también son mucho más caras en un periodo en el que “los cereales escasean”, y ha añadido que “la harina que compramos para hacer nuestro pan ha subido y todos los productos que están hechos de cereal. Un paquete de espaguetis, por ejemplo, puede costar un euro o un euro y algo y los celiacos pagamos casi tres euros. Es el hándicap que tenemos”.

Fernández ha rrecordado que la cesta de la compra para un celíaco es algo más de 70 euros más cara al mes o 850 euros más al año que la de cualquier otro consumidor que no padezca celiaquía, según los datos del informe anual de precios de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE).

Desde que se publicó el informe, a principios de 2022, la inflación ha aumentado considerablemente, por lo que la carestía es mayor aún en este tramo final del año. “Los productos específicos son mucho más caros. En una unidad familiar como la mía, en la que hay tres personas celiacas, esa subida la tienes que multiplicar”, ha indicado Amor Fernández, quien ha recordado que los celiacos tienen “una dieta libre de gluten de por vida” y su “única medicina es la alimentación”.

De esta manera, la principal reivindicación de los celiacos es que el Gobierno rebaje a un 4 % el IVA de los productos sin gluten. En este sentido, la presidenta de Acegra considera que deberían tener “una consideración” con ellos “a la hora de aplicar los impuestos, sea de forma directa o a través de la declaración de la renta”.

En otros países, los celiacos cuentan con ayudas para poder hacer frente a la compra de productos sin gluten, pero en España solamente la reciben los funcionarios y los militares, ha explicado, para explicar que “todos los que pertenecen a Muface y cumplan los requisitos pueden optar a la ayuda. En algunos países sí tienen ese tipo de ayudas precisamente porque nuestra medicina es nuestra alimentación”, ha resaltado Amor Fernández.

Imagino que la gente con bajos recursos se alimentará de productos genéricos: legumbres, verduras, carnes, pescados… Pero es muy difícil hacer una dieta a base de eso porque, sobre todo, hay niños y como no les vas a poner unos espaguetis, una galleta... Existe ese recurso de consumir solamente productos genéricos libres de gluten, pero es muy difícil llevar una alimentación sin que te apetezca una pizza, una galleta, una magdalena, unos macarrones… Es difícil llevar una dieta sin este tipo de productos”, ha comentado la presidenta de Acegra.

Para Juan Pérez, diagnosticado de celiaquía a los ocho años, la subida de precios de los productos sin gluten es “un disparate”, y “comprar una barra de pan cuesta 2,70 euros. La harina de arroz también vale un pastizal. Todos los productos sin gluten cuestan mucho, parece que son un producto de lujo, pero no es algo que yo elija. De bollería apenas se encuentra nada en muchos supermercados. Y todo sale casi al doble o al triple que productos normales”, ha comentado, para añadir que “por suerte, no tengo problema, pero una familia con un sueldo bajo no se lo puede permitir. Algunos productos más exclusivos sin gluten como los de bollería no se los pueden permitir”.

Hay una serie de síntomas derivados de padecer celiaquía que no solamente son los digestivos. Lógicamente, el daño se produce en el intestino, pero hay personas que no manifiestan problemas digestivos, sino que los manifiestan en otro tipo de órgano del cuerpo”, ha comentado Amor Fernández al diario Granada Digital, para añadir que no la puedes desarrollar si no eres portador de esos genes. Siendo portador, hay personas a las que sí se les desarrolla y personas que no. No se sabe el porqué. Es multisistémica y una celiaquía no tratada o no curada puede ir dañando otros órganos vitales del cuerpo y desarrollando otro tipo de enfermedades autoinmunes”.

Desde Acegra, que está formada solo por voluntarios, ayudan a las personas celiacas en Granada. “Cuando la diagnostican, le asesoramos sobre la forma de alimentarse adecuadamente, los productos que puede comer seguros, los que no puede comer seguros, dónde tiene que guardar sus alimentos si la cocina está compartida, los utensilios que debe utilizar y cuáles no”, explica Fernández.

Acegra también atiende a los colegios granadinos, a los que acude “para concienciar a los niños si existe algún celiaco para que no haya exclusión”. “Hacemos también excursiones y talleres de cocina. El pan que compramos es caro y tiene mucho azúcar. Enseñamos a elaborar un pan casero con harina que podemos encontrar en el supermercado sin gluten. Sale de mejor calidad y más barato”, cuenta Fernández.

La presidente de Agreda piensa que, poco a poco, la gente se está concienciado, y hace cinco años era muy difícil encontrar un sitio que te garantizara al 100 % que te ponían algo sin gluten. Más que nada, el problema no es que la comida no lleve gluten es la contaminación cruzada, ya que en las cocinas pueden freír en el mismo aceite de la freidora unas patatas y antes han frito unas croquetas con harina de trigo.

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