Cada día es más sencillo saber si a nuestro perro le pasa algo o si necesitamos ir al veterinario; y además, sabemos que hay muchas enfermedades que creíamos que afectaban solo a humanos, pero que en realidad también afectan a nuestras mascotas. De esta manera, que nuestro perro sea celíaco, supone que, como pasa en los humanos, tiene un trastorno sistémico con base inmunológica causada por la ingesta de gluten.

 

Así las cosas esta enfermedad supone que el sistema digestivo de nuestra mascota no está capacitado para digerir el gluten, por lo que tendremos que estar pendientes de si el pienso que le damos contiene gluten o no, teniendo en cuento que hay algunos de ellos que están formulados específicamente sin gluten. De esta manera, la presencia de gluten en el pienso dependerá de los ingredientes utilizados en su fabricación, y cada marca puede tener una formulación diferente, por lo que es importante leer detenidamente las etiquetas de los productos para determinar si contienen gluten o no.

Por lo general, los fabricantes de alimentos para mascotas indican claramente en el etiquetado si el producto es libre de gluten o si contiene cereales que contienen gluten. De esta manera, si tienes un perro con sensibilidad o alergia al gluten, es importante buscar piensos específicos etiquetados como "libres de gluten" o buscar piensos formulados con ingredientes alternativos que no contengan gluten, como el arroz, la patata, el maíz u otros ingredientes sin gluten.

Según los especialistas veterinarios no hay razas de perros que sean más propensas que otras a sufrir intolerancia al gluten, almtiempo que advierten que la intolerancia al gluten en los perros es una condición relativamente rara, de froma que aunque algunos perros pueden ser sensibles o alérgicos al gluten, la prevalencia general de esta condición es baja en todas las razas de perros; y además, no hay razas específicas que se consideren más propensas a sufrir intolerancia al gluten en comparación con otras.

Los expertos recomiendan que si sospechas que tu perro puede tener algún problema relacionado con el gluten, es importante buscar el consejo de un veterinario para obtener un diagnóstico adecuado; y es el veterinario quien podrá realizar pruebas y exámenes necesarios para determinar si el perro es sensible o alérgico al gluten.

Algunos de los signos y síntomas que podrían indicar una sensibilidad al gluten en los perros incluyen problemas digestivos, tales como vómitos, diarrea crónica, heces blandas o con sangre, pérdida de apetito o gases excesivos; problemas de piel, como irritación cutánea, picazón intensa, enrojecimiento, erupciones o pérdida de pelo; cambios de comportamiento, tales como letargo, falta de energía, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad; y problemas de peso, como pérdida de peso inexplicada o dificultad para mantener un peso saludable.

En cualquier caso, es importante tener en cuenta que estos síntomas no son exclusivos de la sensibilidad al gluten y pueden estar relacionados con otras afecciones o alergias alimentarias; y que solo un veterinario puede realizar un diagnóstico adecuado a través de pruebas y evaluaciones clínicas.

Así las cosas, si notamos raro a nuestro perro, lo mejor es observarlo detenidamente para saber si debemos o no ir al veterinario, teniendo en cuenta que los perros celíacos presentan una serie de síntomas que pueden activar nuestras alarmas y hacernos acudir al doctor con una idea específica. Si prestamos atención es posible que notemos que el can ingiera poca comida diaria o incluso no quiera comer, algo que suele venir acompañado de pérdida de peso.

Además, es probable que el perro tenga el pelo poco brillante o incluso que se le caiga más de lo habitual Estos síntomas son una pequeña alerta para descubrir que algo no está como debería en tu compañero perruno.

Los primeros síntomas suelen ser de tipo digestivo, cuando podemos encontrarnos con que nuestro perro defeca flojo, o incluso puede presentar diarreas, al no poder digerir el gluten. También es probable que nuestro perro vomite la comida al poco de ser ingerida, ya que el estómago de nuestro can no soporta el alimento con gluten y no quiere digerirlo.

Además de una dolorosa digestión, verás a tu perro afectado en otros aspectos, como que la piel comienza a recibir menos nutrientes y puede aparecer sequedad acompañada de picores por todo el cuerpo, pero en especial por la parte del ano.

Por otra parte, si aparece una apatía constante, el can comienza a pasar más tiempo del debido tumbado y descansando; y si comienzas a notar que no quiere jugar y que está cansado, será también motivo de alarma. Adicionalmente, puede presentar reacciones alérgicas inflamatorias que afectan a su respiración, ya que la tráquea y las fosas nasales pueden inflamarse e impedir la correcta respiración haciendo que tu perro pueda cambiar de color por falta de oxígeno.

Por último, si la enfermedad está muy avanzada, es posible que el perro pueda comenzar con temblores e incluso puede llegar a convulsionar.

En conclusión, algunos perros son celíacos, y en ese caso, deben seguir dieta restringida y sin poder comer cosas que contengan gluten. La buena noticia es que existe una amplia gama de alimentos sin gluten gracias a los cuales se puede construir una dieta ideal para un perro con problemas de este tipo.

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