En los últimos tiempos, se ha puesto de moda la dieta antiinflamatoria, que consiste fundamentalmente en retirar los alimentos que contienen gluten de la alimentación, algo que los expertos no defienden en absoluto para los que no padecen celiaquía, ya que no existe evidencia científica de que esto se así.

 

Según ha explicado la especialista Laura Jorge a la revista Hola, el problema radica en que mucha gente consume gluten en exceso, lo que lleva a preguntar a muchos de sus pacientes en consulta: "¿es el gluten lo que te está inflamando o es el conjunto de tus hábitos?".

La nutricionista es partidaria de coger el tema con pinzas y analizar cada caso de forma individual, ya que considera que la generalización muchas veces hace que aparezcan mitos que inducen a error a la hora de tratar de comer de una manera saludable.

Así, solo será oportuno eliminar el gluten de la dieta cuando el médico lo considere oportuno, pero es 100 % recomendable tratar de comer cada vez de una manera más consciente. P

En este contexto surge la duda de si hay problemas en la piel derivados de la inflamación de los tejidos, motivo por el cual los médicos podrían considerar oportuno limitar el consumo de gluten, aunque no se sea celíaco. Esto lleva a intentar analizar qué es exactamente una piel inflamada, que cómo explica Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en farmacia y fundador de Twelve Beauty, es la que tiene más arrugas y líneas de expresión, y también es más propensa a perder antes de tiempo la firmeza y la elasticidad.

El doctor explica que, a simple vista, se pueden apreciar manchas, falta de luminosidad y un tono poco uniforme; y al tacto, tiene una textura áspera y rugosa. "La buena noticia es que es evitable", ha afirmado.

Y en este punto es donde surge la pregunta: ¿Tengo que dejar de tomar gluten para tener una piel bonita?, a lo que Catalá responde que tanto para mejorar la calidad de los tejidos y con ello de la piel, como para sentirte más ligera, si no hay diagnóstico médico de patología alguna, no es necesario retirar el gluten de la dieta.

En este sentido, la dietista-nutricionista Ana Gloria Cantos Aguilar, ha explicado que "sobre todo hay que cambiar la calidad del gluten que tomamos porque no todo el gluten es igual". De esta manera, "el gluten del trigo, por ejemplo, que es un cereal que ha sido muy hibridado a lo largo de los tiempos para conseguir mejoras tecnológicas de producción entre otras cosas, es una proteína mucho más grande que cuesta más digerir".

En resumen, según esta experta, "sin gluten" no es "mejor" y "con gluten" no es "peor", salvo en los casos específicos en los que la patología así lo requiera, como es el claro ejemplo de la celiaquía.

Pero en relación con la piel, todabvía surge otra cuestión: ¿Y los cosméticos que llevan gluten?, a lo que los especialistas responden que para que el gluten de los cosméticos pueda afectar a la calidad de la piel debería encontrarse en muy altas dosis en el producto en cuestión, y sería asimismo necesario que este se absorbiese a nivel sistémico.

Según indica la farmacéutica Meritxell Martí, esto no suele ocurrir, porque "en cosmética hay muy pocos ingredientes con gluten", y en la mayoría de los casos, ni siquiera las personas diagnosticadas con enfermedad celíaca sufren lesiones si el gluten entra en contacto con su piel. Por eso, la experta considera que el hecho de que una firma presuma de tener productos cosméticos sin gluten es solo un reclamo publicitario.

De cualquier forma, es normal que surja la duda, porque, tal y como informa Meritxell, no hay legislación específica para la gestión de los alérgenos en los productos de cosmética, por lo que habrá que consultar siempre a un profesional.

Organizaciones

More Articles