Una revisión de estudios llevada a cabo por Aner Cardo, estudiante del Máster Nutrición y Salud de la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y coautor de una pormenorizada revisión de los estudios más actuales sobre el equilibrio nutricional de la dieta sin gluten de personas celíacas adultas, concluye que hacer un seguimiento de la dieta sin gluten garantiza que esta sea saludable.
Las dietas sin gluten se caracterizan por una baja ingesta de carbohidratos complejos y fibra, mientras que la ingesta de grasa, especialmente saturada, y de azúcares simples es elevada. Se trata de un perfil que se ha venido relacionando con el consumo de productos específicos sin gluten, es decir, aquellos fabricados retirando o sustituyendo ingredientes con gluten y que forman parte, cada vez con más relevancia, en la dieta de las personas celíacas, especialmente en la etapa infantil.
De estas conclusiones partió la investigación de este estudiante Nutrición y Salud, publicadas en la revista Nutrients, que comenzaron en el grupo de investigación GLUTEN3S de la UPV/EHU y finalmente han derivado en el Trabajo Fin de Máster de Cardo.
En esta revisión se ha detectado que en el campo de los micronutrientes, las deficiencias más importantes son el hierro, el calcio, el magnesio, las vitaminas D, E y algunas más del grupo B. Según ha explicado afirma Cardo, "estos nutrientes son de vital importancia en las patologías, cuya incidencia es mayor en el colectivo celiaco, como diabetes, anemia u osteoporosis".
Así las cosas, una de las reflexiones más significativas que extrae este estudiante del análisis realizado, es que es muy importante hacer un seguimiento de la dieta que siguen los celíacos para detectar a tiempo cualquiera de las carencias detectadas en la revisión. De esta manera, ha explicado habría que hacer un seguimiento más estrecho durante el primer año tras el diagnóstico de la enfermedad. En este sentido ha afirmado que “en este periodo lo importante es recuperar la histología de los intestinos y la mucosa para garantizar una correcta absorción de todos los nutrientes", por lo que insistir en llevar una dieta sin gluten "y sin trasgresiones" es imprescindible.
Una vez conseguido esto, entra en juego la educación nutricional, ya que, según indica "para enseñar a comer de forma equilibrada y sana, excluyendo el gluten y limitando el consumo de los ultraprocesados para ocasiones excepcionales".
Según comenta Cardo a partir d casos que conoce de cerca, este seguimiento no se hace de forma mantenida en el sistema sanitario público, y solo se lleva a cabo como mucho por parte del médico que puede estar más pendiente al inicio de la enfermedad, tras su diagnóstico, pero luego no se mantiene. Según ha explicado, esto sucede porque no hay nutricionistas en el sistema público que lo hagan, lo que dificulta su acceso, "ya que no todo el mundo puede ir por lo privado".
Preguntado por el diario especializado Correo Farmacéutico por la posibilidad de que sea el farmacéutico-nutricionista el que pudiera hacer este seguimiento, Cardo responde que "toda ayuda es bienvenida", pero al tiempo ha lamentado el hecho de que existen muy pocos estudios que analicen la ingesta de las dietas sin gluten en adultos, aunque "no ocurre lo mismo con los niños", aclara.
Además, ha concretado que los que hay se centran en el análisis de ingestas de nutrientes muy concretos, pero no de todos o de los principales; mientras que en los que sí hay, echa en falta que, además de analizar las ingestas de alimentos, se tengan en cuenta los valores en sangre de esos micronutrientes.
En su opinión, con toda la información se pueden elaborar pautas nutricionales para los celiacos adultos, aunque siempre deben llevarse a cabo "de forma individualizada", ha apostillado.