Unas 800.000 inspecciones, 70.000 análisis y 380 millones de sacrificios de animales vigilados son algunas de las previsiones del programa de control oficial en industrias y establecimientos alimentarios de Castilla y León 2011-2015, que busca elevar la excelencia de los productos de la Comunidad. Se trata de "ir al máximo en garantías y control" de seguridad alimentaria de los productos de Castilla y León, que ya tienen un alto nivel que hay que mejorar si cabe, sobre todo en su salida a mercados internacionales, donde está en juego su "credibilidad", ha explicado hoy el consejero de Sanidad, Javier Álvarez Guisasola, poco antes de la presentación del programa a 250 profesionales en seguridad alimentaria. Este proyecto tiene un apartado en el que se controlarán los alimentos aptos para celíacos.
El consejero ha dado a conocer este nuevo programa en una jornada organizada en Valladolid en colaboración con el Foro Interalimentario -asociación sin ánimo de lucro constituida en Valencia en 2006 para la mejora de la formación y de la información alimentaria de los consumidores-, que ha contado con la asistencia de su presidente y del grupo SIRO, Juan Manuel González Serna.
El consejero ha destacado que la nota diferencial de Castilla y León respecto a otras comunidades es que cuenta con una Ley de Calidad y Control Alimentario, recientemente aprobada en las Cortes regionales, a la que responde este nuevo programa, diseñado tras consultar con 45 colectivos implicados y que da continuidad a las actuaciones desarrolladas entre 2006 y 2010.
Se busca responder a los retos planteados por la nueva ley en cuanto a afrontar nuevos riesgos y situaciones emergentes en seguridad alimentaria, y a la par ofrecer a los consumidores los más altos estándares de protección de la salud.
El programa pone a Castilla y León en el camino de responder a los nuevos retos y peligros debidos a los cambios en los hábitos de consumo y preparación de alimentos, nuevas tecnologías industriales, el mercado globalizado de alimentos, la resistencia, mutación o evolución de los microorganismos patógenos o la aparición de grupos concretos de riesgo, como celíacos, alérgicos, personas con problemas nutricionales o intolerancias.
Se trata de aspectos muy vinculados a la correcta información en los etiquetados de los alimentos y a la contaminación cruzada y el control de unos 200 grupos de sustancias contaminantes, tóxicos y microorganismos relacionados con los alimentos.
La nueva programación se estructura en ocho áreas y dieciocho programas específicos, según la documentación facilitada por la Consejería de Sanidad, para vigilar y controlar más de 575 referencias legales, lo que supondrá más de ocho millones de datos anuales gestionados informáticamente.
El consejero ha avalado la importancia de este programa en el peso que tiene el sector agroalimentario en la economía regional y nacional, con cuarenta sectores implicados y productos que buscan ser competitivos tanto en el mercado nacional como en Europa o los emergentes como China.
En resumen, se "busca mejorar, si es posible la seguridad alimentaria, llegar al nivel de excelencia en toda la industria agroalimentaria", ese es el "reto" en un sector "en el que lo que ocurre a cualquier industria afecta a todas las demás", según el presidente del Foro y del grupo agroalimentario palentino SIRO.