Santa Teresa, una pequeña empresa abulense que nació en 1860 como una pastelería artesana cumple 150 años. La empresa comercializa más de 200.000 cajas de yemas anuales, manteniendo además el monopolio de otros productos como la carne de membrillo sin conservantes, de la que vende 500 toneladas cada año, o el huevo hilado, del que reparte 115.000 kilos. Una de sus particularidades es que todos sus productos son aptos para celíacos. El objetivo de este año, que coincide con su 150 aniversario es lograr una facturación de ocho millones de euros, que supondría el 17 % más con respecto a 2009, y afianzar en el mercado sus 35 alimentos artesanos y sin gluten. Para ello, ha diseñado una política de marketing directo que incluye un club de fidelización, la promoción de la empresa en las redes sociales y el registro del lema Somos lo que comemos como reflejo de su filosofía de producto.
Los alimentos que vende tienen como denominador común, además de ser aptos para celíacos, la ausencia de conservantes, el sabor tradicional y la calidad, además de la originalidad. De hecho, según el consejero delegado de Santa Teresa, Julián Gil, "sólo se saca una nueva producción a la calle cuando a la compañía no le gusta lo que hay en el mercado o no existe".
El gazpacho raf, la salsa de tomate a la albahaca, los pasteles de cabracho y centollo, las quiches, la bechamel, o la mayonesa Virgen Extra, ésta última salida de una receta del chef Martín Berasategui que le ha valido la Patente Europea de Invención, son algunas de las creaciones de esta pyme abulense que aboga por la innovación constante, especialmente desde que en el año 2000 lanzara su mayonesa y comenzara a investigar en nuevas ideas.
La compañia se encuentra volcada en la innovación, un proceso que llega al envasado al permitir vidas útiles largas a producciones "totalmente" naturales. Bajo esta premisa y con el fin de superar los objetivos propuestos, Santa Teresa trabaja en estos momentos en cruzar ventas, de manera que los clientes que adquieren determinados alimentos sepan de la existencia del resto de las gamas.
Recientemente, la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León designó a esta pyme abulense como embajadora de Tierra de Sabor, lo que supone que aparte de incluir el logotipo de la marca de calidad en los productos de la compañía, será prescriptora de los alimentos del distintivo y participará "activamente" en aquellas promociones que se pongan en marcha.