La empresa Bread Free, una start-up biotecnológica especializada en la fabricación de harina de trigo apta para celiacos, se ha hecho con un galardón en los Premios Bio-Salud Eurorregional 2023, dotado con 3.000 euros, en la categoría Biofarma, precisamente por su labor de innovación en la elaboración de harinas sin gluten.
El objetivo de estos galardones es reconocer a las pymes más innovadoras del sector biosanitario de la Eurorregión formada por Nueva Aquitania, País Vasco y Navarra.
La concesión de este premio se produjo en el los 8º Encuentros de Bio-Salud #RNAEN organizados por el Navarra Health Cluster (NHC), el Basque Health Cluster (BHC), la Alliance Innovation Santé Nouvelle-Aquitaine, Enterprise Network Spain de la Universidad de Navarra, CEIN y Sodena, que inclutó un congreso que fue patrocinado por el Gobierno de Navarra y la Eurorregión Nueva Aquitania, País Vasco y Navarra.
Antes del acto de entrega de los galardones, Pablo Crespo, CIO de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN), planteó en su ponencia ‘Tendencias en Tecnologías Sanitarias’ que el sistema de salud afronta un cambio de paradigma, afirmando que “la transición hacia una medicina inteligente es clave para hacer frente a los desafíos a los que se enfrenta nuestro sistema”, para añadir que «los pacientes crónicos deben poder recibir la atención que precisan desde la comodidad de sus hogares. Eso no solo ahorra costes, sino que mejorará su calidad de vida».
Ante ese escenario, este experto remarcó la importancia de colocar al paciente en el centro de todo el proceso “empoderándolo, ofreciéndole más información y fomentando su participación en el proceso de recuperación”. Por ello, reclamó un nuevo modelo de comunicación “bidireccional, donde la mentalidad 360º permita una atención más personalizada”.
Por otro lado, avanzó que el incremento notable de enfermos crónicos impulsará al modelo a buscar la sostenibilidad mediante el fomento de la prevención, y explicó que “los pacientes crónicos deben poder recibir la atención que precisan desde la comodidad de sus hogares. Eso no solo ahorra costes, sino que mejorará su calidad de vida”.
Crespo señaló asimismo que, para lograr la citada “medicina inteligente” es preciso desarrollar un sistema “completamente interoperable y conectado a nivel organizativo, semántico y técnico”, y defendió que “la integración de procesos, la adopción de un lenguaje común y la interconexión son esenciales para superar las barreras actuales. Y quien primero lo haga conseguirá una ventaja competitiva muy importante”. A este respecto, dejó constancia de que “las tecnologías necesarias para llevar a cabo esa revolución ya están disponibles”.