dietasinglutenEliminar el gluten de la dieta pese a no estar diagnosticado de la enfermedad celíaca, es en los últimos tiempos una tendencia al alza que han detectado los profesionales médicos y que parece tener su explicación en la creencia popular de que el gluten engorda y es malo para la salud.

Los expertos niegan la mala prensa de que goza esta proteína y aseguran que es necesaria para el organismo. Además, señalan que no engorda y remarcan que debe ser un médico el que prescriba la supresión del gluten en caso de tener sensibilidad a él o intolerancia después de una evaluación.

Intentar mitigar molestias intestinales y digestiones pesadas además de ser una alternativa como dieta de adelgazamiento promocionada por algunos famosos parece ser la causa más común que está detrás de la supresión del gluten de la dieta sin tener un diagnóstico médico que lo avale.

Algo que puede tener consecuencias: “Sacar el gluten de la dieta supone un desequilibro brutal si no se compensa porque es un alimento básico en nuestra alimentación”, ha advertido Francesc Casellas, médico adjunto del servicio de diagnóstico del Hospital Valle de Hebrón de Barcelona. Casellas ha constatado la tendencia actual de querer eliminar el gluten de la dieta como una “decisión personal”.

También el adjunto del servicio de inmunología del Hospital Clínico de Madrid, Miguel Fernández Arquero, ha detectado esta moda, algo que atribuye, en parte, a un exceso de la preocupación por la alimentación. Fernández Arquero señala que el gluten es un “buen componente nutricional que no hay que perder”, que contiene minerales y remarca que “no es malo para la salud ni engorda”.

Por otra parte, la adjunta del servicio de Gastroenterología del Hospital Clínico de Barcelona y especialista en aparato digestivo, Eva Vaquero, señala que existe una creencia muy extendida de que la dieta sin gluten es “más saludable” y, aunque reconoce que hay pacientes que mejoran con la supresión de la proteína, asegura que no queda claro si la mejoría es por sensibilidad o por un “efecto placebo”.

Para Vaquero, el mayor conocimiento y divulgación sobre los efectos del gluten también provoca que la población esté “sensibilizada” con esta proteína y sus consecuencias para la salud. En este sentido, esta especialista reconoce que esto hace que a veces los pacientes busquen soluciones a sus problemas digestivos eliminando el gluten a pesar de que a veces algunos de ellos continúan con sus molestias.

Por todo ellos, existe unanimidad por parte de los facultativos consultados por el diario La Vanguardia en la necesidad de que sea un médico el que analice el caso, haga el diagnóstico y, en caso necesario, prescriba la supresión del gluten proponiendo un elemento de substitución.

Así, el doctor Casellas señala que cuando a un paciente se le saca el gluten de su dieta se le envía a un dietista para que quede garantizado que hará una “dieta equilibrada” ya que el gluten es “básico en la alimentación”. También la doctora Vaquero apunta a la importancia de un diagnóstico puesto que existen casos en los que se pueden confundir los síntomas y tener otro tipo de enfermedad más seria.

Para el vicepresidente de la Asociación Española de Gastroenterología, Xavier Calvet, no existe justificación “desde el punto de vista científico” para retirar el gluten de la dieta. Calvet señala que el gluten no es “en absoluto” nocivo para la salud para la mayoría de la población, aunque apunta que se puede vivir sin él. Este especialista señala además que hay pacientes que tienen una sintomatología muy similar a la de la enfermedad celiaca (hinchazón, dolor de estómago, diarrea, pérdida de peso…) pero que la biopsia intestinal (prueba concluyente para el diagnóstico de la enfermedad celíaca) sale negativa.

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