hospitaltomelloso_01Los doctores Álvaro García-Manzanares, endocrino, y Alfredo Lucendo, especialista en digestivo, investigan las manifestaciones y la relación de la enfermedad celíaca con otras patologías en base a la sintomatología que presentan los pacientes. Ambos doctores, del Hospital General de Tomelloso (Ciudad Real) participaron en el II Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermedad Celíaca con una investigación sobre las causas, complicaciones y el tratamiento de la enfermedad celíaca, aspecto en el que en este centro sanitario llevan trabajando desde hace tiempo.

De los tres estudios presentados en este congreso, uno aborda la relación entre la enfermedad celíaca y la enfermedad tiroidea autoinmune, dos desórdenes caracterizados por una lenta y poco específica instauración. La diferencia es que mientras las alteraciones tiroideas suelen ser las primeras en diagnosticarse debido a la universalidad del estudio hormonal tiroideo, el diagnóstico de la enfermedad celíaca se suele retrasar.

Con este estudio, el objetivo es conocer la prevalencia de la enfermedad celíaca en pacientes con patología tiroidea autoinmune y sin síntomas de enfermedad digestiva. Tras realizar un cribado universal en 77 pacientes atendidos consecutivamente en la consulta de Endocrinología con patología tiroidea autoinmune se diagnosticaron dos nuevos casos de enfermedad celíaca del adulto asintomático, por lo que la conclusión de este estudio es que este dato podría justificar un programa de despistaje universal en estos enfermos que tienen un riesgo de 5 a 10 veces mayor que la población general.

El segundo estudio denominado Enfermedad celíaca y osteoporosis: ¿Qué pieza nos falta para entender el puzzle?, profundiza en la relación entre osteoporosis y la enfermedad celíaca. Hasta ahora se conoce que la osteoporosis es una de las consecuencias de la enfermedad celiaca, por lo que se recomienda la medición de la masa ósea en adultos celiacos mediante densitometría mineral ósea. El origen de este déficit de mineralización se postula que pueda estar ocasionado por un déficit de vitamina D y calcio, sin embargo esta hipótesis no se ha podido demostrar y los estudios de riesgo de fractura en población celiaca muestran datos discordantes.

El estudio presentado, que analiza dos casos clínicos, concluye en la necesidad de realizar densitometría mineral ósea en todos los pacientes celíacos al diagnóstico y en la necesidad de seguir investigando para conocer el factor causal del déficit de mineralización en los pacientes celíacos. Este estudio ha contado con una beca de la Fundación para la Investigación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha (FISCAM).

El tercer póster, que enlaza directamente con el anterior, recoge los datos de un estudio prospectivo en el que se analizaron los casos diagnosticados en el Servicio de Digestivo de manera consecutiva durante los últimos dos años.

Este estudio demuestra que el 44 % de los pacientes celíacos adultos presentan en el momento del diagnóstico una densidad mineral ósea disminuida, en forma de osteoporosis u osteopenia que producen un mayor riesgo de producir fracturas de cadera y columna. Además, la gravedad de la afectación ósea depende del grado de lesión en el duodeno de los pacientes.

La principal novedad de este estudio radica en que estableció el grado de lesión duodenal como determinante de esta importante complicación de la enfermedad celíaca, especialmente relevante en el caso de los adultos, en los que hasta ahora se habían planteado otras razones para la baja densidad minera ósea (absorción de calcio diminuida, bajo consumo de lácteos, mala absorción de la vitamina D, etc.).

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