Algunas personas que no son celíacas ni alérgicas al trigo reducen la ingesta de alimentos con gluten porque creen que esta proteína, presente en la semilla de muchos cereales, les causa ciertos síntomas gastrointestinales. Ahora, un estudio ha observado que esta sensibilidad puede deberse, en parte  a un efecto nocebo.

 

Así las cosas, un estudio publicado recientemente por la revista médica The Lancet Gastroenterology & Hepatology ha observado que este tipo de sensibilidad podría deberse en buena manera a un efecto nocebo, que no es otra cosa que la anticipación negativa a una sustancia o tratamiento, es decir, lo contrario al efecto placebo.

De esta manera, la idea de estar ingiriendo gluten causa más síntomas en quienes tienen esta sensibilidad, algo que un grupo de científicos del campo de la psicología y la medicina del aparato digestivo, pertenecientes a instituciones de Países Bajos y Reino Unido, investigaron hasta averiguar los efectos de la expectativa de ingesta versus la ingesta real de gluten sobre los síntomas en personas con sensibilidad al gluten no celíaca.

El estudio fue aleatorizado, de doble ciego, ya que ni el experimentador-observador ni el sujeto de la experiencia conocieron el origen de la muestra o el tratamiento durante la experimentación y con control por placebo; y se llevó a caboe durante tres años y medio sobre 165 personas.

Como dosis de gluten se utilizaron cuatro rebanadas de pan en dos comidas; y la expectativa, junto con la ingesta de gluten, fueron la principal fuente de síntomas en las 12 primeras horas de la ingesta de gluten, unos síntomas que fueron mayores tras la comida que, tras un desayuno en el que solo hubo una exposición a gluten/nocebo, en la en la que se repite el estímulo previo del desayuno por segunda vez en 8 horas.

En este sentido, los investigadores han matizado que “la combinación de la expectativa y la ingesta real de gluten tuvo el mayor efecto sobre los síntomas gastrointestinales, lo que refleja un efecto nocebo, aunque no se puede descartar un efecto adicional del gluten", por lo que han añadido que "nuestros resultados requieren más investigaciones sobre la posible participación de la interacción intestino-cerebro en la sensibilidad al gluten no celíaca”.

Consultado sobre este estudio, Javier Molina, médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital San Pedro de Alcántara (Cáceres), destacó que este trabajo cumple con “el estándar de calidad más alto y metodológicamente es incuestionable”, y ha recordado que “ya existe evidencia acumulativa sobre la importancia del efecto nocebo en las intolerancias alimentarias y en los pacientes con trastornos del eje cerebro-intestinal”, como el síndrome de intestino irritable, y que los resultados de este estudio “están en línea con esta evidencia, subrayando la importancia del efecto nocebo (expectativas negativas) como cocausante de síntomas habituales en la mitad de los pacientes con sospecha de intolerancias alimentarias”.

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