Melchor, Gaspar y Baltasar desfilaron por Barcelona con seis carrozas nuevas, entre ellas un tren lleno de carbón y sus tres fábricas de juguetes. Y por primera vez lanzaron caramelos para celíacos identificados en el envoltorio. En total participaron 1.200 personas y se lanzaron 15.000 kilos de caramelos a lo largo del recorrido, de los cuales una cuarta parte estaban convenientemente identificados con las palabras "sin gluten". Los Reyes Magos llegaron a Barcelona en barco a partir de las 16.30 horas, cuando desembarcaron en el Moll de la Fusta. Allí, el alcalde, Jordi Hereu, les entregó la llave que abre todas las puertas de la ciudad, además de pan y sal como símbolos de acogida y hospitalidad. Son muchas las ciudades y municipios de España que han llevado a cabo iniciativas parecidas en favor de los enfermos celíacos. Incluso en localidades más pequeñas, como Villanueva de la Serena (Badajoz) donde los Magos de Oriente repartieron algo más de 1.900 kilos caramelos sin gluten. Unas gosolinas, por tanto, aptas para celíacos. Buena parte de los dulces, entre ellos los aptos para celíacos, han sido donados por entidades financieras y supermercados de la ciudad.