Cada vez que la Organización Mundial de la Salud difunde un nuevo informe sobre los problemas de fertilidad, saltan las alarmas, ya que la organización considera prioritario investigar los motivos que están generando este creciente problema. En 1970, la revista The Lancet publicó por primera vez la posible conexión entre la infertilidad y la celiaquía.
Actualmente, muchas guías de diagnóstico incluyen los problemas reproductivos como una de las manifestaciones causadas por esta dolencia. Sin embargo, las investigaciones científicas muestran contradicciones en sus resultados, ofreciendo una falta de certeza que queda patente en el día a día de las consultas reproductivas, donde no se suelen realizar de forma rutinaria las pruebas de cribado de enfermedad celiaca en los hombres y las mujeres con dificultades para tener descendencia.
De esta manera, aunque existen estudios que apuntan a una relación entre celiaquía e infertilidad, muchos especialistas siguen sin verlo claro y no se ha establecido aún en las rutinas médicas.
Así las cosas, parece que la ingesta de gluten en sí, tanto en personas con celiaquía como con intolerancia al gluten, no va a impedir directamente la gestación ni va a generar abortos espontáneos; y lo que ocasiona es una respuesta inmunológica con efectos no solo a nivel intestinal, sino también a nivel hormonal, alterando los niveles de las hormonas que controlan el ciclo ovárico: FSH, LH, estrógenos y progesterona.
De esta maneram los afectados padecen una mala absorción de hierro y de ácido fólico, unas anomalías en el control hipotálamo-hipofisario de la función de las gónadas (ovarios y testículos) o déficit de vitaminas, que pueden presentarse tanto en personas celíacas como en pacientes con intolerancia al gluten bien diagnosticada.
Por eso, cada vez cobra más credibilidad la existencia de una relación directa entre celiaquía y problemas de fertilidad; aunque en cualquier caso, hay que tener en cuenta un matiz importante, y que no es otro que afectaría solo a pacientes, tanto hombres como mujeres, sin diagnosticar.
En este sentido, según recoge The Conversation, varios estudios han sugerido que esta enfermedad puede ser más común en personas con algún tipo de infertilidad inexplicada; se manera que el tratamiento adecuado podría ayudar a restaurar la fertilidad.
En las mujeres celíacas no tratadas son más frecuentes la menarquia tardía, los abortos recurrentes, los partos prematuros, la menopausia precoz y las dificultades para la fecundación; por lo que acudir a una consulta de reproducción por sufrir abortos de repetición sin una causa aparente, podría estar ocultando una enfermedad celíaca no diagnosticada y, por lo tanto, no tratada.
Esto se explica debido a que los anticuerpos que se liberan en el organismo al entrar en contacto con el gluten dañan el tejido trofoblástico de la placenta, con lo que impedirían que el feto reciba los nutrientes necesarios para su crecimiento y correcto desarrollo, produciendo un aborto.
En el caso de los pacientes masculinos con celiaquía sin tratar, se ha descrito una mayor incidencia de impotencia y anomalías en el recuento de esperma, causas ambas de infertilidad.
Ante una situación de este tipo, lo más adecuado es realizar una batería de pruebas que nos asegure si alguno de los pacientes presenta celiaquía o intolerancia; y cuando existan síntomas que lo sugieran, entonces habría que analizar los anticuerpos relacionados con la celiaquía.
Si resultan negativos pero la sintomatología persiste, debería recurrirse al diagnóstico genético, y de ser este positivo, se realizará una biopsia. Durante todo este proceso, el paciente tendría que llevar una dieta sin gluten, como mínimo, durante seis meses, y una vez que el diagnóstico es claro, el tratamiento, tanto para una celiaquía como para una intolerancia, será excluir el gluten de la alimentación.
Así las cosas, se puede concluir que cada vez hay más evidencias de que la celiaquía y la infertilidad podrían ir de la mano, siempre y cuando no exista un diagnóstico y, por ende, un tratamiento, siendo de vital importancia realizar estudios previos para obtener un diagnóstico claro, cuando hay sospechas de una infertilidad sin causa aparente.