Casa Tarradellas ha invertido 25 millones de euros en una nueva fábrica de pizzas en Gurb con el objetivo de ampliar su capacidad y lanzar al mercado nuevas variedades de este producto, entre las que destacan algunas elaboradas sin gluten y aptas para celíacos.

Este nuevo centro productivo, instalado en una planta de 9.000 metros cuadrados, creará 50 empleos en la primera fase que se sumarán a los 1.900 empleados con los que ya cuenta la compañía.

Coincidiendo con el veinte aniversario del lanzamiento de este producto, la apertura del nuevo centro, prevista para el segundo semestre de este año, incorporará nuevas líneas polivalentes y nuevos sistemas de dosificación de toppings e ingredientes para cada producto que permitirán crear nuevas variedades de pizzas, entre ellas las dedicadas al mercado de los celíacos.

Esta planta se suma a las cuatro factorías que Casa Tarradellas tiene entre Gurb, Vic y Olost, especializadas en productos con base de pan, como pizzas, masas, bocadillos, roscas, calzones y pizzas sin gluten.

La introducción de la pizza fresca en el mercado español revolucionó el sector, puesto que hasta 1997 solo existían pizzas congeladas, y supuso que Casa Tarradellas se erigiera como primer productor de pizzas del país, puesto en el que se ha mantenido.

El nuevo centro llega tras ampliar el molino de Casa Tarradellas, que se encuentra en fase de ampliación desde abril de 2016 y que a finales de este mes de enero asumirá una capacidad de producción de 70.000 toneladas anuales de harina, el doble que antes.

La compañía, fundada por Josep Tarradellas Arcarons, celebró este 2016 su cuadragésimo aniversario y, en 2015, obtuvo una facturación de 859 millones de euros, siendo una de las veinte marcas con mayor penetración en los hogares españoles, según el informe Brand Footprint de Kantar Worldpanel.

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