En 1982, una familia de gallegos retornados decidió abrir en Pontevedra un restaurante típico que hiciese viajar a cualquier comensal hasta México. Hoy es Sol García, hija de los primeros propietarios, quien está al frente de este emblemático local que esconde un pedacito de aquel país en forma de restaurante tras una historia marcada por la emigración de la familia.
Tiempo después, acabaron regresando a Galicia acompañados de sus tres hijos, justo cuando decidieron acercar esas raíces mexicanas al corazón de Pontevedra. Por aquel entonces el acceso a estos ingredientes "exóticos" no era tan sencillo como los es ahora, así que los primeros años el restaurante se abastecían gracias a un particular huerto de aldea de la familia.
En la actualidad, este emblemático restaurante familiar es regentado por el tándem formado por Sol y su marido, Rodolfo; ella liderando los mandos de cocina, y él dirigiendo la sala para que cada detalle esté a punto para los comensales.
De esta manera, el Rincón Mexicano de Pontevedra ofrece a sus clientes ingredientes naturales y técnicas ancestrales para sacar adelante recetas de alma azteca y sabor contemporáneo, conformando un espacio gastronómico para dejarse sorprender con los platos más tradicionales de México, y donde todos, desde mayores a pequeños, tienen cabida.
Destaca el hecho de que la carta del restaurante se compone en su mayoría de platos aptos elaborados sin gluten entre sus ingredientes, lo que les hace aptos para celíacos, pero también para intolerantes al huevo o la lactosa, e incluso varias opciones veganas y vegetarianas.
Así las cosas, desde hace años el Rincón Mexicano se encuentra adherido a la Asociación de Celíacos de Galicia como restaurante apto para este colectivo. En este sentido, la propietaria admite que "fueron los propios clientes los que nos propusieron para la asociación", que afirma que "en toda la carta sólo hay un plato, que es el mole que lo importamos de Puebla (estado de México), que puede contener trazas de gluten. Nosotros no controlamos la elaboración desde el inicio, entonces lo tenemos marcado por si acaso".
En cuanto a procesos artesanales se refiere, el Rincón Mexicano fue uno de los restaurantes pioneros en España en el uso de la antigua técnica de la "nixtamalización", un laborioso proceso mediante el cual se realiza la cocción del maíz con agua y cal viva que da como resultado, tras moler todo ese mejunje, la masa de nixtamal.
Probablemente los procesos tradicionales y el haber sabido escuchar a sus clientes sean dos de los factores que siempre han jugado a favor del restaurante. "A veces no se ve o no se intuye todo el trabajo que hay detrás de cada plato, pero es todo muy artesanal, muy elaborado y muy mimado", explica Sol, que añade que "la gente lleva 39 años comiendo nuestras elaboraciones. Las recetas, en general, no las puedes variar porque los clientes lo notan muchísimo, pero intentamos adaptarnos siempre que podemos".
De ahí que muchos de los platos que se pueden encontrar en la carta sean fijos prácticamente desde sus inicios, aunque su propietaria reconoce que de vez en cuando le gusta introducir alguna sugerencia de la casa que "si funciona se queda". De esta manera, la hoja de ruta de las recetas del local se fundamenta en la cocina más tradicional y se basa en elaboraciones artesanales donde el nixtamal cobra un protagonismo indiscutible.
En lo que respecta a la oferta culinaria, el restaurante ofrece las opciones más variadas, sabrosas y reconocidas de México: como quesadillas (frita de tinga, huitlacoche, de flor de calabaza), sopes y tostadas, tacos (cochinita pibil o carnitas), enchiladas (roja, verde y de mole), nachos o frijoles en sus múltiples formas.