Medio centenar de familias de Aranda de Duero, en la provincia de Burgos, se han reunido con el objetivo de consolidar un grupo de trabajo dependiente de la Asociación Celiaca de Castilla y León (Acecale). Este colectivo celebró su segundo encuentro en el restaurante Los Rastrojos con el objetivo de "sensibilizar a la población de Aranda y acercar un poco más esta problemática que tenemos los celiacos", según explicó Begoña González, una de las caras visibles del grupo.
Con poco más de un año de funcionamiento, la agrupación ha conseguido reunir ya a medio centenar de familias en las que se ha diagnosticado a algún miembro de esta intolerancia. Además, según señaló Juan Carlos Alonso, presidente de Acecale, en la Ribera se encuentra aproximadamente el 50 % de celiacos que están registrados en la actualidad en la provincia de Burgos, que supera el centenar.
Durante este corto periodo de funcionamiento, el grupo ha comenzado a dejarse notar, y entre sus objetivos, están empezando a conseguir el de sensibilizar y ganar para la causa a un sector tan importante en la comarca como es el hostelero.
De esta manera, durante la cercana celebración de las Jornadas de la Cazuelita se logró que algunos de los participantes optaran por una oferta gastronómica sin gluten. Asimismo, también se dejará notar su trabajo de concienciación en el próximo Certamen de Tapas, Pinchos y Banderillas, donde por segundo año consecutivo habrá un premio para aquella elaboración que prescinda del gluten.
Una posibilidad que ha calado hondo, ya que de todas las pequeñas delicatessen que podrán degustarse durante la semana larga de marzo en que se celebre este certamen, en catorce establecimientos estarán realizadas siguiendo las directrices que marcan las asociaciones de celiacos. Aunque en este ámbito se han conseguido avances, González reconoce que aún hay otros en los que queda mucho por hacer.
Entre ellos, destaca el educativo, donde son muchos los niños afectados por esta enfermedad que encuentra dificultades en el comedor escolar. «Estamos dando pasos. Hay empresas de cátering que empiezan a diferenciar y si hay un celiaco traen comida específica para él, igual que para un diabético. Pero todavía hay que luchar bastante», incide.