La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) dependerá del Ministerio de Consumo, después de que casi cuatro meses después de la formación del nuevo Gobierno, el Boletín Oficial del Estado haya publicado la estructura del departamento que dirige Alberto Garzón, dejando claro que será este ministerio el que la presidirá.
De esta manera, el organismo clave para la regulación de la industria alimentaria, a la que pertenecen las numerosas compañías que elaboran productos sin gluten destinados a los celíacos, que estaba hasta ahora en el Ministerio de Sanidad pasará al de Consumo, a pesar de que la industria había pedido por carta a Pedro Sánchez que siguiera en el primero.
La creación del Ministerio de Consumo llevó a desgajar políticas de Sanidad, y una de las más importantes que quedaban fronterizas era la de nutrición, que afecta a la industria alimentaria, y más en concreto a los fabricantes de alimentos sin gluten, necesarios para el día a día de los celíacos. Entonces, el Gobierno de coalición inventó una fórmula según la cual dependía a la vez de Sanidad, Agricultura y Consumo.
En febrero, al conocer esa estructura, la industria casi al completo remitió una carta a Sánchez y a los tres ministros sobre esta decisión, en la que decían: "Queremos transmitirle nuestra preocupación con relación a la posible dispersión de competencias que esta decisión podría conllevar" y añadían que "la posible falta de coordinación implicaría una inconsistencia del sistema, ya que la cadena alimentaria no sería tratada de forma global, desde la producción primaria hasta la venta y el consumo de alimentos". "Mantener una Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición fuerte ayuda a mantener una imagen positiva de España".
La carta proseguía diciendo que "consideramos que la Aesan debería mantener sus funciones como referente tanto en seguridad alimentaria como en nutrición quedando adscrita al Ministerio de Sanidad" y que "consideramos que debería mantener sus funciones tanto en seguridad alimentaria como en nutrición quedando adscrita al Ministerio de Sanidad".
La petición está firmada por 14 entidades que representan la práctica totalidad del sector, incluyendo asociaciones relacionadas con la seguridad alimentaria, de celíacos o alérgicos a ciertos alimentos, y hasta de veterinarios o cooperativas agroalimentarias. Un total de 14 organizaciones entre las que destacan la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), que agrupa a los principales mayoristas y de la industria; la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), como El Corte Inglés, Ikea, MediaMarkt, Leroy Merlin o Fnac; la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), que cuenta con más de 80.000 afiliados en toda España, o la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), donde se integran Carrefour, Eroski, Lidl, Simply, Alcampo, Supercor y Caprabo.
El Ministerio de Sanidad publicó su estructura días antes del decreto de alarma antes y eso dio esperanzas a las patronales, porque la Aesan seguía allí y así salió en la referencia del Consejo de Ministros. Sin embargo, la publicación final del esquema de Consumo disipa dudas: "Se adscribe orgánicamente al Ministerio de Consumo, a través de la Secretaría General de Consumo y Juego, el organismo autónomo Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, cuya presidencia corresponderá a la persona titular de la Secretaría General de Consumo y Juego, dependiendo funcionalmente del Ministerio de Consumo, del Ministerio de Sanidad y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en los términos previstos en la disposición adicional séptima de este real decreto".
La Aesan es un organismo que puede resultar gris, pero que es tremendamente importante. Garzón ha anunciado políticas de nutrición, como la introducción en el etiquetaje de los alimentos del denominado semáforo nutricional, para visibilizar de forma clara en todos los productos las calorías, azúcares, grasas, grasas saturadas y sal que aportan por cada ración, así como una revisión de la fiscalidad de los alimentos ultraprocesados o ricos en grasas y azúcares.