Si una persona que practica deporte habitualmente se ve afectado por la enfermedad celíaca, es fundamental una detección precoz, teniendo en cuenta que los síntomas y el deterioro derivado de ella pueden ser eliminados con facilidad retirando de la alimentación cualquier alimento que contenga gluten.
Según los especialistas, el riesgo llegaría si el deportista desconoce la presencia de esta enfermedad en su organismo y continúa consumiendo alimentos que contengan gluten y a la vez realizando actividad física.
En este sentido, los expertos en nutrición destacan que una persona celíaca puede practicar cualquier deporte siempre que la alimentación sea adecuada al mismo.
Teniendo en cuenta que en una dieta equilibrada, los carbohidratos constituyen entre el 50 y el 55 % de nuestras calorías diarias; la ausencia de ciertos carbohidratos como son la pasta de sémola de trigo, la avena o la cebada, puede producir algún problema, por lo que es fundamental que la carga de los mismos a la hora de hacer ejercicio sea la correcta, pues los hidratos son los encargados de dar la energía necesaria para desarrollar la actividad.
El arroz, la quínoa, el amaranto o el maíz, son ideales para incluir en la dieta del celíaco como fuente de energía, y si son integrales mucho mejor debido a la alta concentración de micronutrientes.
En cualquier caso, lo ideal es que la persona celíaca y deportista se ponga en manos de un nutricionista para que le realice un adecuado programa de alimentación acorde con sus necesidades.
