Una gran terraza y una amplia zona donde esparcirse sin peligro, especialmente indicada para ir con niños, son dos de las señas de identidad de El Pilón un restaurante zaragozano cuyo propietario, Héctor Pérez, apostó por buscar su propio hueco de especialización en el mundo de los celíaos, una intolerancia alimentaria que él mismo padece.

De esta manera, a día de hoy, se ha convertido en uno de los pocos establecimientos de la capital aragonesa donde prácticamente toda su oferta gastronómica no incluye gluten entre sus ingredientes.

Después de hacer muchas pruebas, sobre todo con los rebozados, le ha cogido muy bien el punto a las croquetas y a clásicos como el huevo con gambas o el jamón con queso.

La carta de raciones es muy tradicional e incluye un picoteo, en tamaño normal y doble, de sepia, morcilla, madejas, calamares, morro frito, o tablas de queso, jamón y curados. Así que se pueden elegir varias opciones de platos combinados, aunque tal vez sus propuestas más interesantes sean los bocadillos ‘gourmet’.

El servicio es rápido y atento a pesar de la dificultad añadida que, sobre todo, supone atender los fines de semana una terraza con 25 veladores que, sin duda, es la joya de El Pilón, un escenario sin grandes pretensiones culinarias que se está haciendo un impotante hueco alrededor de los productos sin gluten.

Vídeos

More Videos
Watch the video

Productos

Restaurantes

Empresas

Investigación

Organizaciones

More Articles

Instituciones