Lucas, un bebé de siete meses de Beveren (Bélgica), ha fallecido cuando contaba con un peso de apenas 4 kilogramos, debido a la dieta sin gluten que le pusieron sus padres.

Ambos son dueños de un tienda de comida natural en su pueblo, e insistieron en alimentar a su hijo a base de leche de quinoa, entre otros alimentos, sin tener en cuenta la opinión de los doctores.

Según informa el diario Metro, esta dieta provocó una gran pérdida de peso del bebé, que se redujo prácticamente a la mitad de lo recomendado para esa edad. La autopsia que le realizaron reveló que su estómago estaba vacío.

En el juicio contra los padres, los fiscales les han acusado de la muerte de su hijo debido a una alimentación inadecuada. Además, los padres han sido acusados por llevar al bebé a un médico homeópata cuando estaba muriendo de hambre, en vez de acudir al hospital más cercano.

"Nunca llevamos a Lucas a un médico porque no notamos nada inusual", ha explicado el padre de Lucas, Peter. Su madre, Sandrina, añade entre lágrimas que "a veces ganaba un poco de peso y otras veces lo perdía. Nunca deseamos la muerte a nuestro hijo".

Elisabeth De Greef, gastroenteróloga infantil, explicó en el juicio en relación con este hecho que la leche de quinoa no contiene las proteínas, los minerales y las vitaminas necesarias para los niños, por lo que rechaza la recomendación de su uso.

La abogada de los padres defiende que el pequeño tenía un desorden alimenticio y que sus padres probaron con la alternativa de alimentarlo con productos de su tienda. El juicio de este caso aún sigue en curso, y la sentencia se conocerá en los próximos días.

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