El centro cultural de San Marcos acoge estos días la II Feria del Dulce y la Cuaresma de Toledo, un evento con entrada gratuita que este año contará con la presencia de 22 stands, de los cuales siete corresponden a conventos de clausura de la ciudad y el resto a expositores de panaderías, obradores y pastelerías de distintos puntos de la provincia, así como chocolaterías, heladerías, productores de miel o mermeladas, de licores y vinos.

La concejal de Turismo y Artesanía del Ayuntamiento de Toledo, Rosana Rodríguez, fue la encargada de presentar la segunda edición de este evento que este año presenta como principal novedad que habrá un taller y una caseta con productos especialmente dirigidos a los celiacos con el fin de que este evento "tenga un carácter inclusivo para que cualquier persona que visite la feria se sienta cómoda y pueda degustar esos dulces", según defendió la concejala.

También, y a diferencia del año anterior, habrá una zona de descanso con unas mesas donde se podrá degustar un café, un chocolate o un té acompañado por los dulces que se hayan adquirido en la feria.

En cuanto a los talleres de repostería habrá seis, el 50 % de los cuales serán para niños, tanto en horario de mañana como de tarde, con un aforo que dependerá de las características de cada uno y de las inscripciones que se realizarán según el orden de llegada hasta completar aforo. Uno de estos taalleres versará sobre la elaboración de dulces sin gluten, al cual se espera que acudan gran número de celíacos de la ciudad.

Con el objetivo de dar mayor visibilidad a la feria, la concejalía de Artesanía ha creado el hashtag #dulceToledo para que las personas que visiten la feria puedan subir su foto a cualquier red social.

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