Acaba de nacer Wetaca, una nueva app especializada en el reparto de comida a domicilio fundada por un ex concursante de MasterChef. De esta manera, tras dos años con los platos que salían de sus fogones centrados en Madrid, la compañía del chef Efrén Álvarez inicia ahora su expansión, dando -de paso- una oportunidad a los celíacos, a quienes quieren tener en cuenta desde esta nueva empresa en un futuro, para que no sea únicamente Mateo Sierra, el concursante del popular programa televisivo, quien saque partido al éxito televisivo.

De la mano de su socio Andrés Casal, la startup da el salto a Barcelona con un nuevo servicio de logística que reducirá los costes de envío –de diez euros a tres—y permitirá entregar las raciones en horarios más racionales y con las mismas condiciones que en el centro de España. No obstante, los cocineros continuarán en la capital.

Wetaca aspira a diferenciarse de otras aplicaciones como Just Eat, Deliveroo o Uber Eats en su voluntad de crear un hábito de compra. "Nuestro modelo es parecido al de la persona que va a casa de su madre a recoger táperes para toda la semana, mientras ellos funcionan con compras ocasionales", ha explicado Álvarez. De esta manera, se convertirá en competencia de otros servicios de este tipo como Nostrum o Tento.

Los promotores de la empresa ya preparan una oferta exclusiva -que estará en marcha en breve- para un público tan específico como los celíacos, un target que han identificado como "en expansión", y para quienes elaborarán en un futuro platos específicos preparados sin gluten y siempre sin perder su caráter de "apetitosos"; pero también preparan opciones concretas para vegetarianos y deportistas.

A un precio que ronda los seis euros la ración, la compañía gestiona alrededor de unos 250 pedidos semanales que se traducen en unos 8.000 platos al mes. "La apuesta que hacemos es por la calidad a un precio asequible", asegura, para añadir que "utilizamos técnicas de restaurantes de alta comida y abatimos el producto al instante para que no pierda sus propiedades".

La clientela oscila entre el ejecutivo que ya pisa la treintena y tiene poco tiempo, hasta mujeres que compran el almuerzo de sus hijos. "La proporción ya es del 50 % entre ambos sexos", señala. La ampliación del abanico les ha permitido multiplicar por cuatro la plantilla en algo más de un año; y en la actualidad ya cuentan con 17 trabajadores.

El crecimiento no se limita a la capital catalana. Tras Barcelona, grandes ciudades como Londres y Berlín aparecen en el horizonte de cara al año 2018. El aterrizaje sería diferente, pues sería necesario preparar la comida en el propio destino y montar delegaciones en el Reino Unido y Alemania.

Más cercana es la búsqueda de nuevos oportunidades de negocio. "Tanteamos la inclusión de aperitivos en nuestros menús y la incorporación de fruta en los envíos", desvela.

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