La respuesta a largo plazo a una dieta sin gluten podría ser una prueba de sensibilidad al trigo no celiaca (STNC) en un tercio de los pacientes con síndrome de intestino irritable de tipo mixto y con predominio de diarrea, tal y como ha mostrado el estudio GIBS, realizado por el Hospital Universitario La Charité de Berlín (Alemania) y publicado en la revista International Journal of Colorectal Disease.

En el estudio, financiado por la compañía Dr. Schär, han participado de 91 pacientes mayores de edad y antes de incluirlos se descartaron otras enfermedades médicas con síntomas similares al síndrome de intestino irritable (SII).

El principal objetivo del estudio era analizar si el HLA-DQ2 y el DQ8, dos marcadores adecuados para diagnosticar la sensibilidad al Trigo.

Los autores asumieron que el HLA-DQ2 podía ser un marcador útil para identificar un subgrupo de pacientes con SII sensibles al gluten que pudieran beneficiarse de una dieta sin gluten. "En los últimos años se han encontrado pruebas de que ciertos subgrupos de pacientes con SII pueden ser sensibles al gluten y a otros componentes del trigo, y que, por lo tanto, podrían responder a una dieta sin gluten (DSG), incluso aunque no presenten las típicas anormalidades histológicas que suelen asociarse a la enfermedad celiaca o un grado muy leve", ha comentado el director de Clínica CINUSA, Ismael San Mauro.

El trabajo reveló que el 40 % de la población estudiada dio positivo para HLA-DQ2 o DQ8, lo que constituye una proporción ligeramente superior a la población general. Además, una proporción significativamente mayor de sujetos que dieron positivo en HLA-DQ2/8 en el grupo con SII mixto, en comparación con el grupo SII diarrea predominante, mantuvieron una DSG durante el periodo de estudio.

Con carácter previo a la intervención dietética, a los participantes se les extrajo sangre para realizar el genotipado, aunque la determinación del HLA-DQ2/8 se hizo tras la intervención dietética para evitar sesgos. En este sentido, tras el estudio se ha realizado un seguimiento de los participantes durante un año para determinar sus hábitos dietéticos a largo plazo y el proceso de alivio de sus síntomas.

"Al final de cada semana se ha realizado la Valoración Global del Sujeto (VGS) relativa al alivio. En ella se pide al sujeto que puntúe el alivio de sus síntomas durante la semana precedente en comparación con cómo se sentía antes de formar parte del estudio. Los pacientes debían elegir entre cinco respuestas posibles. Aquellos sujetos que respondieron "sin cambios" o "peor" en las cuatro ocasiones se les sometió a pruebas diagnósticas para descartar otras enfermedades médicas antes de ser incluidos en el estudio", ha enfatizado el experto.

De hecho, el 34 % de los sujetos indicaron un alivio considerable o total de los síntomas en al menos el 75 % de las semanas durante los 4 meses de intervención dietética. Finalmente, al comparar los dos criterios de respuesta diferentes con los que se ha controlado el estudio, y los correspondientes resultados secundarios, en ambos grupos se observó una mejora significativa de los síntomas y la calidad de vida tras 4 meses con una dieta sin gluten, pero los resultados obtenidos fueron más pronunciados para los que refirieron mejoras el 50 % del tiempo frente a los del 75 % del tiempo.

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