Las especialistas en ginecología María de la Calle y Onica Armijo aconsejan en su libro recién publicado bajo el título "La dieta de la fertilidad y el embarazo", no consumir alimentos con gluten en ningún caso, ya que este tipo de dieta no tiene efectos perjudiciales para la salud del feto, sino todo lo contrario, ya que incluir el gluten en la dieta de una celíaca embarazada provocaría diarrea, vómitos, distensión abdominal o pérdida de peso, síntomas propios de la clínica de la enfermedad celíaca.

Como han comprobado diferentes estudios, las mujeres con enfermedad celíaca no tratada tienen un mayor riesgo de fracaso reproductivo en comparación con el resto de mujeres. Si a esto se añade la ingesta de gluten durante la gestación “el embarazo se puede complicar”, han indicado las especialistas, que añaden que “la falta de nutrientes debido a la malabsorción puede causar alteraciones fetales”.

Las ginecólogas han explicado que una dieta sin gluten “no tiene ninguna repercusión negativa sobre el crecimiento y desarrollo fetal”. Para suplir los nutrientes que le faltan al feto, una futura madre celíaca debe recibir todos los suplementos necesarios del embarazo “al igual que cualquier embarazada” como folatos, yodo y vitamina B12.

Además, señalan las especialistas, es especialmente importante que las embarazadas celíacas tomen suplementos que contengan hierro, ya que son más propensas a sufrir anemia ferropénica.

En cuanto a la tolerancia de estos suplementos en las celíacas, recuerdan que la gran mayoría de los complejos alimenticios polivitamínicos del embarazo están exentos de gluten.

Pero, ¿si no se es madre celíaca, beneficia de alguna manera al bebé no tomar alimentos con gluten? “Aunque las dietas libres de gluten son populares y muy promovidas en la prensa por sus beneficios para la salud, no hay evidencia de que seguir una dieta libre de gluten tenga beneficios para la salud significativos en las mujeres sin la enfermedad celíaca o la sensibilidad al gluten confirmada”, afirman De la Calle y Armijo en su libro; a la vez que advierten de los riesgos que conlleva suprimirlo de la dieta: “La eliminación de alimentos ricos en gluten durante el embarazo puede dar lugar a una ingesta insuficiente de tiamina, riboflavina, niacina, ácido fólico y hierro”, afirman.

En el caso de hacerlo, se deben sustituir por otros alimentos de grano entero que prevengan cualquier deficiencia nutricional, como ocurre con las dietas de las gestantes celíacas.

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