La Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) acaba de presentar el nuevo informe sobre Precios de alimentos sin gluten 2011 en el que se siguen comprobando las importantes diferencias de precio existentes entre los alimentos sin gluten y los que si lo contienen. En el informe de este año destacan diferencias de precios que en algunos casos alcanzan el 748 %, como es el caso del pan rallado, cuyo precio por kilo para un consumidor que no sufre intolerancia al gluten es de 1,62 euros, mientras para una persona celíaca el precio se incrementa hasta alcanzar los 12,11 euros/kilo.
Por otra parte, unas magdalenas sin gluten cuestan un 636 % más que para un consumidor sin intolerancia; mientras un kilo de fideos cuesta un 532 % más para un celíaco, debiendo pagar 7,37 euros por kilo, mientras que el resto de consumidores pagan 1,38 euros.
Si comparamos estos datos con el informe sobre los precios de los alimentos sin gluten del ejercicio 2010, los cambios son poco significativos, con lo que las familias con miembros celíacos siguen asumiendo un gasto adicional muy significativo.
En algunos casos las diferencias parecen haberse reducido levemente. Desde la organización apuntan que este ligero recorte puede deberse a la introducción de marcas blancas de alimentos para celíacos, pero la realidad es que son reducciones poco significativas.
Basándose en una dieta que contemple entre 2.000 y 3.000 calorías, una familia con un miembro celíaco deberá afrontar un gasto extra anual de 1.517 euros en la cesta de la compra. El año pasado este coste era de 1.588 euros por persona y año. Según estos datos, el gasto semanal para una familia con un enfermo celíaco es de 31’60 euros más, lo que supone un gasto adicional mensual de 126’41 euros.
"Con este informe queremos hacer más accesible la información de la que pueden disponer los afectados por la enfermedad celíaca, que la sociedad sea consciente de la situación en la que se encuentran tanto los afectados como los familiares y que las entidades correspondientes comprendan las dificultades y necesidades de estas personas, para poder llevar una vida con cierta normalidad que afecta a uno de las primeras necesidades del ser humano, la comida", ha afirmado la gerente de FACE, Marta Teruel.