Las infecciones recurrentes durante los primeros meses de vida podrían estar relacionadas con un mayor riesgo de celiaquía, según las conclusiones extraidas de un informe del Instituto Noruego de Salud Pública, según las cuales, los niños con infecciones frecuentes en los primeros 18 meses de vida tienen un riesgo mayor de desarrollar posteriormente la enfermedad celíaca que aquellos que tienen pocas infecciones.
Entre los posibles desencadenantes de el aumento de la celiaquía, los expertos están investigando el papel de las infecciones. Algunos estudios poblaciones han demostrado que los niños ingresados en el hospital a causa de una infección, tienen un mayor riesgo de enfermedad celíaca cuando crecen.
Sin embargo, no está claro si esta asociación está relacionada con la infección en sí misma, o si es el ingreso hospitalario el que favorece la enfermedad celíaca.
En este nuevo trabajo se ha investigado dicha hipótesis, de tal manera que los investigadores han analizado los datos médicos relacionados con las infecciones respiratorias y la gastroenteritis de 72.921 niños nacidos en Noruega entre 2000 y 2009 las durante sus primeros 18 meses de vida.
Para identificar a aquellos que posteriormente desarrollaron la celiaquía se emplearon cuestionarios y el Registro de Pacientes de Noruega.
Los resultados muestran una relación entre las infecciones y la enfermedad; por ejemplo, después de un promedio de 8,5 años de seguimiento, 581 niños (0,8 %) habían desarrollado la enfermedad celíaca, pero fueron aquellos que tuvieron 10 o más infecciones durante sus primeros 18 meses los que tuvieron un mayor riesgo: aproximadamente de un 30 % mayor que los niños con menos de 5 infecciones.
Cuenta el diario ABC que hay muchas piezas que deben encajar para que alguien desarrolle la enfermedad celíaca, tales como la herencia, la ingesta de gluten y los factores ambientales. En este sentido, los investigadores se cuestionan si las infecciones pueden alterar el sistema inmunológico.
"Creemos que hay muchas piezas que deben encajar para que alguien desarrolle la enfermedad celíaca como la herencia, la ingesta de gluten y los factores ambientales, aunque es probable que unos sean más determinantes que otros", ha asegurado el investigador noruego Karl Mårild. En su opinión, es probable que el hecho de tener infecciones frecuentes en los primeros meses de vida tenga un impacto sobre el sistema inmunológico y que, a largo plazo, los haga más propensos a reaccionar al gluten.
"Nuestro estudio aporta nueva y más detallada información en este campo", ha explicado el especialista.